Las preocupaciones sobre los altos índices de obesidad en el mundo, especialmente en el sector infantil, se ha convertido en un punto de evaluación para la publicidad a lo largo y ancho del mundo.
En diversos mercados, se han hecho ajustes a la regulación de la comunicación comercial con el fin de tener mayor control sobre los mensajes que las marcas emiten a los consumidores más pequeños, esto con el fin de evitar que la publicidad sea un factor que motive el consumo de alimento y bebidas relacionadas con sobrepeso y anomalías relacionadas.
Obesidad y publicidad
Para entender el contexto, basta con revisar lo que sucede en el mercado mexicano. De acuerdo con el informe Estado Mundial de la Infancia publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el país el 37 por ciento de los niños menores de cinco años padecen sobre peso, mientras que cuando hablamos de la población entre 6 y 11 años, el padecimiento está presente en 1 de cada 3 habitantes.
En buena medida, según las conclusiones del organismo, esto tiene que ver con el 35 por ciento de las personas entre 5 y 19 años presenta hábitos de consumo alimenticio no saludables.
En este juego, diversos estudios revelan que la publicidad tiene un rol importante en la conformación de la educación alimenticia entre los más jóvenes.
Una investigación firmada por la la Escuela Nacional de Salud Pública revela que un pequeño de entre 6 y 12 años ve en promedio 25 anuncios de comida cada día y el 75 por ciento son de productos que no debería consumir habitualmente.
Ganadoras en publicidad chatarra
En México han sido muchas la iniciativas que el gobierno y demás autoridades de salud han implementado para combatir este escenario así como los efectos que tiene en la salud -a corto y mediano plazo- de los infantes en el país, y aunque se han registrado avances al respecto, lo cierto es que todavía hay un largo camino por recorrer.
Cuando menos así lo denunció la organización El Poder del Consumidor, misma que la noche de ayer, entregó sus antipremios “a lo mejor de la publicidad chatarra”, en donde se “reconocen” a las marcas que mediante sus estrategias de comunicación y promoción impactan “en la preferencia de consumo e influye en la petición y la compra de productos no saludables, aumentando los riesgos a desarrollar obesidad y problemas de salud”, según publicó el organismo en un comunicado de prensa.
De esta manera, durante la “gala de premiación” marcas como Jumex, Coca-Cola, Sabritas, Bimbo, Kellogg’s, Gamesa, Yoplait, Danone, Holanda, Ricolino y Mars fueron señaladas dentro de diversas categorías.
Por mencionar algunas, Nestlé obtuvo el “Gran Premio al Cartel de los Abusadores” al ser -según los organizadores del evento- “la compañía que más utiliza personajes para publicitar productos dirigidos a la infancia a escala global” ; Cheester (mascota de Cheetos) y los Polinesios se llevaron el antipremio a la “Celebridad más Chatarra”; Jumex hizo lo proprio en la categoría “El Premio gato por liebre”; Ruffles fue mencionado por resaltar valores de “Machismo ultra procesado” mientras que Coca-Cola y su patrocinio a las películas Avengers y la serie Stranger Things como “La ‘chatarra palomera’ ganadora”.
Por otra parte, entre las menciones especiales destacaron Sprite de Coca-Cola por “El mejor maquillaje verde”; Panditas de Ricolino al ser reconocido como “El producto más radioactivo”, mientras que el personaje Tigre Toño de la marca Kellogg’s recibió la mención “Porque la culpa es… del consumidor”.
¿La industria no hace nada?
En el documento dirigido a la prensa, El Poder del Consumidor aseguró que “a cinco años de entrar en vigor la regulación que restringe la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a niños, la industria en México sigue poniendo en práctica estrategias de publicidad abusivas que vulneran a este grupo de la población y propician un ambiente obesogénico. Lo anterior demuestra la urgencia de que la regulación contemple la prohibición de publicidad dirigida a niños en todos los medios y espacios”.
Si bien es cierto que existen muchos punto que cubrir al respecto, lo cierto es que la industria ha trabajado desde diferentes aristas para contrarrestar este problema.
El lanzamiento de productos más saludables así como diversas campañas que promueven la actividad física son algunos de los que se pueden hacer mención.
No obstante, podría ser verdad que es importante reforzar la comunicación sobre estas iniciativas, que aunque son buenas, pueden no ser entendidas como una prioridad para las empresas cuando menos en el país.