Hay comerciantes que apelan a estrategias especiales para captar públicos. En este caso, una dueña de una fonda intenta captar a los potenciales clientes a los que no les interesa que Argentina y Francia se enfrentan este sábado en los octavos de final de Rusia 2018.
“Se trata del Café Pipetuá. Virginia Beltrán, dueña del local ubicado en la esquina de las calles San Martín y Montevideo, en Rosario, dijo que es para los que no quieren saber nada con el fútbol”, publicó Cadena 3.
Rosario es una ciudad ubicada a 400 km al noroeste de Buenos Aires y está considerada como una de las más “futboleras” del país. Es la sede del clásico Ñewell’s Old Boys y Rosario Central. Además, es la cuna del futbolista mejor pago del mundo: Lionel Messi.
“Por el Mundial pasaron una serie de cosas. Un médico le canceló la cita a mi papá por el partido de Argentina y le tenía que poner un holter. Cuando fui a inscribir al colegio a mi hija, la directora se levantó por el gol y me dejó sola”, relató a la radio la dueña del bar que impulsa la iniciativa de invitar a “no ver el partido”.
“Teníamos un montón de cosas para hacer el martes a las tres de la tarde [cuando Argentina enfrentó a Nigeria] y no nos dejaron”, por eso la idea de convocarlos al bar es que tengan “un lugar para los que se les paró el mundo, como a mí”, dijo la mujer.
En el perfil de Facebook del bar, la dueña escribió lo siguiente:
Pipetueño querido/a:
Si sos de esas personas que el Mundial alteró tu vida, porque los médicos te cancelan la consulta, no te cobran los impuestos, te molestan las vuvuzelas, tanto estéticamente, como sonoramente. Tenemos el lugar para vos este sábado y se llama CAFÉ PIPETUA.
Este sábado te esperamos y ¡SIN TELEVISOR!
¡Vení rezagado mundialista! ¡Sé parte de nuestro reducido grupo! ¡Unite a nuestro ghetto!
La estrategia está planteada y parece interesante, pero ¿tendrá éxito?
Algunas reacciones
Patricia Turgueniev: “Yo agregaría: cansado de que lo hagan sentir a uno menos argentino por no amar el fútbol. Excelente propuesta, ahí estaré”.
Javier Gallo: “Por favor, me reservan una mesa para dos… y por las dudas un lugarcito para mi smart TV 60 pulgadas por si me agarra la abstinencia de fútbol mundial”.
Flor Ttini: “Yo no miro fútbol y no me interesa en lo más mínimo. ¿Pero qué ofrecen ustedes? ¿Regalan el desayuno? ¿Tienen paredes que evitan la contaminación sonora de los gritos de los futboleros? Si no, prefiero quedarme durmiendo”.