Emprender, una palabra de moda, que para muchos es buscar la suerte de hacer más dinero de forma propia sin tener un jefe, contar con tiempo propio y alcanzar el éxito. Pero no se trata solo de implementar una estrategia comercial, realizar un plan de negocios o cualquier otro documento técnico que te lleve a conseguirlo, sino es modificar todo un estilo de vida que cambia por completo los hábitos.

Muchos comparan emprender como un deporte de alto rendimiento ya que se pasa por una serie de caídas, sobresaltos, manejo de estrés y los éxitos no son por simple suerte, sino porque en el camino se hicieron sacrificios, se trabajó duro y se es persistente.

Persistente, una palabra que no nos gusta porque implica trabajo, ser paciente y no ver resultados al mes. Requiere de un gran entrenamiento para no darse por vencido.

Es por ello, me he tomado la libertad de hacer una lista de puntos enfocados a generar un equilibrio personal y que considero necesarios tomar en cuenta antes de decidir ser emprendedor.

Busca un negocio que te apasione. Busca una actividad que pudieras realizar aunque no te pagaran. La clave para un negocio exitoso es que tenga un beneficio para la sociedad aparte de generar un ingreso. Solo así podrá ser lo suficientemente atractivo para continuar con él pese a los obstáculos a los que te enfrentes.

Genera un equilibrio así serás más resistente al fracaso. Se sabe que el inicio en todo negocio requiere de mucha perseverancia ante los tropiezos y no desistir es importante, por ello, un equilibrio emocional te ayudará a soportar la presión.
Este punto es muy importante ya que requiere de buenos hábitos alimenticios, dormir lo suficiente, cuidar de sí mismo para mantenerse en óptimas condiciones y preparado para cualquiera que sea el resultado.

Encuentra a tus entrenadores. Hay personas que han llegado antes que nosotros a conseguir que sus empresas funcionen, por ello rodearte de quienes ya han pasado por ese difícil camino para que compartan sus experiencias. Busca tener un guía como en un entrenamiento, alguien que te motive, te enseñe y corrija a lo largo del proceso para llegar a tus metas.

Objetivos claros. No solo basta con tener objetivos en tu mente, sino también en papel. Para muchos es tedioso escribir cada objetivo, meta y que hacer, pero es la manera más fácil de tener claridad para saber en qué se falla, pues es la única forma de medir el avance y así evitar frustraciones. Nuestro cerebro suele comprender de mejor manera al ver un avance gráfico.

Controla tus pensamientos. Durante muchos años me he dedicado a observar a varios emprendedores y muy pocos llegan a conseguir completar sus proyectos debido a no poder controlar sus pensamientos negativos, pues crean y magnifican situaciones de adversidad donde visualizan catástrofes que aún no han sucedido, provocando a sí mismos una atmósfera de depresión que termina en la deserción del proyecto.

Por ello, hago especial hincapié en este último punto para acceder a distintas herramientas de crecimiento personal que te harán comprender mejor el camino del emprendimiento, no solo se trata de hacer análisis financieros, planeación estratégica o plan de negocios, se trata de mantener la persistencia hasta llegar al punto de equilibrio de tu negocio.