Estamos de nuevo ante lo desconocido: la nueva variante ómnicron de Covid. Aún la comunidad médica y científica desconoce sus síntomas y efectos, incluso hay contradicciones respecto a si es o no una variante que pone en riesgo la vida de los contagiados y cuál es la velocidad de su propagación.
Por ejemplo, la médico sudafricana, Angelique Coetzee, asegura que se la nueva variante ocasiona síntomas más leves aunque distintos a la Covid-19, explica que no se observa la pérdida de olfato o gusto, pero sí cansancio extremo; en contraparte la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió que es muy probable que esta variante se propague a nivel internacional y presente un riesgo muy alto de fuertes aumentos de infecciones que podrían tener “graves consecuencias”, incluso la consideró como una “variante de preocupación”, es decir, la clasificación más alta de alerta y a la cual la última que ingresó fue la variante Delta.
Nada es claro, sin embargo, ante la duda países como Alemania y Reino Unido cerraron sus conexiones provenientes de Sudáfrica, país en el que fue detectada por primera vez la variante.
Ante la alerta internacional México ha optado (como siempre) por minimizar los posibles efectos de la cepa y el presidente Lopez Obrador fue más allá, aseguró que “aún no hay evidencias sobre la capacidad de contagio de la nueva cepa, solo ruido mediático”…
Es verdad, hasta ahora poco se conoce de la variante pero al parecer, al presidente y a su súbdito López- Gatell, no le bastan los cerca de 300 mil muertos (oficiales) que ha dejado el Covid en México para cambiar la estrategia, ellos han decidido no cerrar las fronteras pues claro, no lo consideran importante, tampoco reforzar las acciones anti Covid. Vaya ni siquiera pueden dirigirse a con decoro a los familiares de los fallecidos y externar preocupación. “Es desproporcionada la información al respecto”, asegura Gatell cuando lo cuestionan… quizá los deudos aún tendrían a sus familiares vivos si este subsecretario hubiera pensado de otra manera en marzo de 2020.
Y señor Presidente, no se trata de versiones de los medios de comunicación sino de familias que están en riesgo, sobre todo las que usted asegura proteger más: los pobres, porque de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México los mexicanos pobres tienen cinco veces más probabilidades de morir de Covid-19 que los ricos.
Justo cuando casi todo el país había alcanzado el semanario epidemiológico en verde por la baja en las hospitalizaciones y contagios la nueva variante enciende todas la alarmas y aunque en las calles todo parece que vuelve a ser normal, existe un temor real que se ve en las tendencias y la información que circula en redes sociales y en las pláticas de sobremesa.
Nadie quiere que ocurra un nuevo cierre de actividades pero tampoco queremos enfermar o qué se enfermen nuestros familiares. De nuevo estamos ante la disyuntiva la salud vs la economía de un país bajo una inflación mayor a 7.0 por ciento, la más alta en 20 años.
Los efectos de la variante se verán pronto, ya existen casos en Canadá y seguramente pronto llegarán a México, esperemos que las vacunas sean efectivas y que la cepa no sea tan agresiva porque si de buenos líderes de trata de eso no tenemos.