El 2020 es un año que difícilmente olvidaremos. El Covid 19 ha dejado una huella en nuestra mente y en nuestros corazones. Familias rotas por la ausencia de un integrante. Angustia y desgaste por atender a nuestros enfermos. Preocupación y agobio para no caer contagiados.
Pero tampoco debemos olvidar las lecciones que este 2020 nos deja, una de las más importantes, la relevancia que tienen nuestros hábitos para consolidar un estado físico adecuado que nos permita enfrentar las amenazas que nos acechan, como lo hizo y hace el Covid 19. La enfermedad ha demostrado hacer mucho más daño en aquellas personas que viven con sobrepeso, diabetes o hipertensión.
Pareciera trillado y un lugar común, sin embargo, nuestros hábitos construyen nuestro presente y futuro. La práctica de hábitos deficientes nos condena a un futuro con mayor complejidad física y mental, que redunda invariablemente en diversas esferas de nuestra vida. Tres hábitos me parecen los más relevantes: alimentación, ejercicio y descanso. Trataré de abordar cada uno, invitándote a cambiar, aprovechando el cierre del año y el principio del nuevo.
Resulta difícil alcanzar un estado físico adecuado si no regulamos nuestra forma de comer y beber. La ingesta de alimentos con altos contenidos de azúcar y grasa es altamente perjudicial. El consumo desmedido de bebidas azucaradas y alcohólicas deterioran el funcionamiento de nuestro organismo. Lograr una dieta balanceada nos permite controlar nuestro peso y a su vez conseguir un mejor estado físico.
La actividad deportiva se vuelve clave para fomentar nuestra salud física y mental. Unos minutos al día de algún deporte, provocan en nuestro organismo una serie de reacciones positivas: reducen riesgos de enfermedades cardiacas, incrementan nuestra fuerza y resistencia muscular, disminuyen la presión arterial, entre muchas otras. Anímate a destinar un momento del día a activarte y alejarte del estilo de vida sedentario.
Por último, el descanso. Solemos abusar de la actividad y restringir nuestros espacios de sueño y reposo. Usualmente, cuando falta el tiempo, lo primero que sacrificamos es nuestro descanso. Si no descansamos, somos mucho más propensos a enfermarnos, además de que nuestro rendimiento disminuye considerablemente.
El Covid 19 debe ser un motor para replantear nuestra forma de vivir. Ha modificado ya radicalmente la dinámica de nuestras comunidades y puede ser, si me permites la expresión, una buena oportunidad para modificar y replantear nuestros hábitos.
Anímate a hacerlo. Como todo cambio, resulta complejo al principio, sin embargo, estas modificaciones se verán reflejadas en el corto plazo en tu cuerpo y mente. Te sentirás mejor, gozarás de mejor humor, tendrás un mejor desempeño que te hará más productivo y eficiente y a la larga, vivirás más y mejor.
Nuestro cuerpo es la única casa que tenemos. Es nuestro hogar y deberemos en él llegar a la vejez en la mejor condición posible. Aprovechemos esta dolorosa coyuntura para tomar lo mejor y construir un presente y futuro de plenitud y bienestar.