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Según Millenium Agency, los animales sirven en el marketing porque se vuelven en el rostro de las marcas
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De acuerdo con Shutterstock, también son efectivos porque permiten generar logos agradables
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ClickZ, por su parte, reafirma que además tienen un gran potencial de viralidad
Para sus iniciativas de marketing, las marcas suelen emplear una gran cantidad de elementos para incrementar la atención de los consumidores. Muchas empresas de tecnología utilizan un tono y mensaje que las hace ver como si fueran las grandes salvadoras del mundo. Otras prefieren apelar a sentimientos como la aspiración, la comunidad o la amistad para generar empatía con los consumidores. Otras más simplemente ponen animalitos tiernos en su video.
El uso de los animales en marketing es una estrategia con muchos años de tradición. Ya desde 2013, Forbes comentaba que su uso en anuncios podría ser una ventaja para los negocios. Según Marketing Dive, empresas desde Friskies hasta Budweiser y Match.com han empleado a estas criaturas para incrementar el atractivo de sus implementaciones. Incluso Apexdrop ha señalado que podría ser mucho mejor a largo plazo usar a perros que emplear influencers.
Sin embargo, eso no necesariamente significa que el marketing con animales es efectivo para todos. De hecho, hay casos en los que el uso de estas criaturas ni siquiera es positivo, sino contraproducente. En otras campañas, permite que la compañía alcance una notoriedad sin precedente. ¿Qué es lo que determina el éxito de estas implementaciones? Más importante aún, ¿cómo saber si tu marca de hecho se puede beneficiar de este tipo de activaciones?
El marketing con animales de Airbnb
Para esto, vale la pena analizar el caso de Airbnb. Según un comunicado, la compañía acaba de lanzar una nueva categoría para su sección Experiencias. Estas ofertas están centradas en, por supuesto, animales. La misma compañía apunta que entre sus nuevas ofertas, los usuarios podrán realizar actividades como kayak con pingüinos, paddle-boarding con corgis, apicultura urbana, etcétera. A escala global, la empresa presume mil nuevas ofertas para los usuarios.
Dentro de México, se ofrecerán 25 experiencias con animales. Como parte de su esfuerzo de marketing, Airbnb lanzará un concurso para que ocho personas puedan asistir a un concierto de Kiss en Australia. De acuerdo con la plataforma, como parte del lanzamiento se aliaron con la organización World Animal Protection y el medio The Dodo. Así, esperan desarrollar tanto una estrategia de marketing integral como cumplir sus objetivos de responsabilidad social.
¿Cuando sí y cuándo no utilizar animales?
Aunque apenas empieza, la estrategia de marketing con animales de Airbnb es prometedora. Otras compañías han utilizado también esta técnica, no siempre con buenos resultados. Hace unos días, Subaru lanzó una campaña con perritos al volante, que resonó positivamente con la audiencia. Caso contrario es el del comercial de Chase, que tuvo que retirar de circulación en julio pasado. Esto, porque los elefantes que empleó en el video generaron quejas de PETA.
Con estos precedentes, es claro que no todas las estrategias de marketing con animales son efectivas. ¿En donde radica la diferencia? De acuerdo con la Northwestern Oklahoma State University, este enfoque permite a las marcas generar una conexión emocional mucho más fuerte entre la audiencia y la compañía. Por lo general, emplear estas criaturas permite que la reacción sea mucho más intensa. Pero esto es cierto tanto negativa como positivamente.
Es decir, usar animales en una estrategia de marketing ineficaz multiplicará el sentimiento negativo de la audiencia. Así que las marcas, si de verdad tienen la intención de emplear a estos animales para sus activaciones comerciales, tienen que asegurarse que sean infalibles. Por supuesto, también ayuda que las condiciones de los animales durante la filmación no sean reprochables. De lo contrario, es probable que los resultados finales no sean positivos.
Mucho mejor sería incluso implementar acciones sociales y proyectos que reafirmen todavía más el compromiso de la marca con los animales, más allá de una estrategia de marketing. De esta forma, se puede incrementar todavía más el impacto positivo.