La actriz y activista estadounidense, Angelina Jolie, manifestó este jueves su postura frente a las políticas del presidente Donald Trump, las cuales han suspendido temporalmente la entrada de refugiados y de inmigrantes de más de siete países con presencia musulmana.
Jolie señaló en su editorial para el diario The New York Times que la discriminación hacia los refugiados por su religión o país de origen “invita a la misma inestabilidad de la que nos buscamos proteger”.
Agregó que la decisión de Estados Unidos de suspender la reubicación de refugiados y el ingreso de ciudadanos de siete naciones predominantemente musulmanas no es la forma de ser estadounidense.
Las órdenes ejecutivas inmigratorias firmadas por Donald Trump el 25 de enero pusieron en riesgo inmediato de deportación a 11 millones de indocumentados que se estima viven en ese país. El 27 de enero el mandatario estadounidense suspendió de manera temporal la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes.
“Cada vez que nos apartamos de nuestros valores empeoramos el problema mismo que estamos tratando de contener”, escribió.
“Nunca debemos permitir que nuestros valores se conviertan en el daño colateral de una búsqueda de mayor seguridad. Cerrar nuestras puertas a los refugiados o discriminar entre ellos no es nuestra forma de ser, y no aumenta nuestra seguridad”, indicó .
Angelina Jolie es una enviada especial de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, desde 2012, y precisó que los refugiados recomendados para ser reubicados suelen ser sobrevivientes de terrorismo y tortura, o podrían tener necesidad de atención médica de alta tecnología.
La actriz y directora señaló que los refugiados que buscan entrar a Estados Unidos ya pasaron por una revisión exhaustiva de varias agencias federales.
La crisis global de refugiados y la amenaza del terrorismo justifica completamente que sopesemos la mejor manera de proteger nuestras fronteras”, escribió.
“Cada gobierno debe equilibrar las necesidades de sus ciudadanos con sus responsabilidades internacionales. Pero nuestra respuesta debe ser mesurada y debe estar basada en hechos, no en el miedo”.
El 28 de enero, una jueza suspendió la deportación de refugiados y personas que habían llegado al país con visa y que quedaron detenidos en aeropuertos debido a la orden ejecutiva.
El gobierno de Trump no dio señales de que piense flexibilizar la medida y el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en el que señaló el respeto a las decisiones judiciales, pero continuará aplicando la orden presidencial.