Por Juan Cárdenas
Twitter: @Desautomatas
Hace un par de semanas Ángel Verdugo aprovechó el espacio radiofónico en el cual participa como analista de Economía y Finanzas, para de manera “sarcástica” según él, quejarse sobre el peligro que representan los ciclistas en la Ciudad de México. Tomándose la libertad de usar su espacio para un mensaje que no le corresponde.
El audio pueden escucharlo completo aquí y juzgar ustedes mismos si tiene razón o no, si excedió o no su límite, y si quienes lo acompañaron tampoco. Pero yo retomo el tema como ejemplo de dos graves problemas en nuestros medios de comunicación: uno, la falta de responsabilidad institucional por parte de los medios y sus representantes; y dos, la falta de seguimiento y continuidad en la información.
Francisco Zea, titular en ese espacio de 98.5, se lavó las manos al decir que no defendería a su analista, pues ya está grandecito y puede hacerlo solo, y que él “sólo se rió”. Yo esperaba una explicación al público. ¿Lo reprendió por externar tan fuertes declaraciones sin un sustento, salvo su coraje porque casi se le estrellan un par de ciclistas? ¿Cualquiera de sus analistas pueden expresar opiniones en materias que no les correspondan (al menos en su espacio)? No afirmo que sea correcto o no, lo pregunto.
Hace falta compromiso por parte de quienes dan la cara o son responsables finales. Estoy de acuerdo con algunas de las cosas expresadas por Verdugo, suceden abusos por parte de algunos ciclistas, ¡claro! Y deben ser castigados, por supuesto, al igual que cualquier motociclista o automovilista. Afortunadamente soy lo bastante inteligente como para saber que no TODOS son así. Al tener un espacio en un medio, no podemos generalizar nunca. Yo no puedo dar por sentado que todos los analistas de Zea sean igual de cobardes o ignorantes que Verdugo. Ni podemos pretender conocimiento donde no lo hay, como hizo al decir luego que fue sarcasmo (¿sabe lo que significa, o cree saber?). ¿Dónde está el sarcasmo al decir “láncenles el vehículo y aplástenlos”? ¿Si yo conmino a los jóvenes que ahora me leen a rayar el “Peyotito” de Ángel Verdugo, a gritarle payaso poco hombre, abofetearlo, o alguna otra cosa que hipotéticamente se me ocurriera en represalia a estas declaraciones y mañana digo que fui sarcástico estaría bien? No lo creo, pero dejo la respuesta a ustedes.
Me parece que Zea y Reporte 98.5 optaron por dejar que se diluya el tema en el olvido y la cantidad de noticias y escándalos nuevos del día a día. Y este es el otro gran mal de nuestros medios, las noticias se pierden, quedan ahí sin un seguimiento. Por ello nunca pasa nada, un bajo porcentaje de la información volverá a ver la luz. Por supuesto necesitamos mantener informada a la población, pero es fundamental comprometernos a brindar la información completa, no permitir que sucesos de repercusión social desaparezcan de la opinión pública. Debemos llegar hasta la conclusión de cada caso.
Verdugo los llamó a los ciclistas la nueva plaga que tendríamos como automovilistas a bien aplastar. Yo llamo a su tipo de “comunicadores” la vieja plaga del periodismo, y no por su edad, sino por la falta de habilidades comunicativas, pero sobre todo de valores éticos. Incluso en este caso donde su opinión cuenta como la de un columnista, género en el cual firmamos la autoría de las ideas sin responsabilidad del medio. Su opinión es válida, siempre y cuando mantenga el respeto, y demuestre porqué está usted en el micrófono y no cualquier ciudadano también con derecho a quejarse. En este mismo ejemplo pudo haber expresado su enojo y opinión sin incitar a la violencia (gracias, como si nos hiciera falta en México), simplemente argumentando y hasta retando a las autoridades a controlarlo y realizar su labor. Dudo que entre los lineamientos éticos de 98.5 se permita esto, siempre y cuando sea de manera sarcástica.
Yo soy un partidario del periodismo subjetivo, en el cual se toman partidos, se expresan abiertamente tendencias y opiniones. Creo que es más saludable, y sobre todo más honesto, porque de todas formas sucede ya y desde hace mucho tiempo. Sin embargo sigue siendo periodismo, no subjetividad. Afuera, en nuestras casas, en una fiesta, en la calle, nuestras opiniones son directas, válidas. Sobre todo hoy, cuando cualquiera podemos abrir un Twitter o un blog, y decir lo que se quiera, teniendo miles de sarcásticos finos e inteligentes seguidores, y es que hay espacios y formas. Hay que hacer periodismo, comunicar, no gritar como merolico.
Antes ambos problemas expuestos, ¿qué le diría sobre esto a Francisco Zea? Ciudado, el que se ríe se lleva, y qué necesidad como diría Juan Gabriel. A Ángel Verdugo, nada, no por falta de ganas, sino por respeto a mí, al lector y al medio que me permite ahora escribir sobre él. Estaré encantado de hacerlo el día que nos topemos de frente, de Hombre a Hombre, de ciudadano a ciudadano, no como comunicador, no en un espacio y profesión a la que debemos respeto.