-
Grupo Modelo y Cuauhtémoc Moctezuma Heineken entraron en confrontación por la cerveza Amstel Ultra.
-
La acción más reciente fue la demanda que interpuso ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI).
-
El 40 por ciento de los empleados sospecha o efectivamente sabe del robo de información privilegiada en sus compañías.
En las últimas semanas, Grupo Modelo y Cuauhtémoc Moctezuma Heineken entraron en confrontación por la cerveza Amstel Ultra, la cual según Modelo es una copia en diseño y de manera parcial en el nombre de Michelob Ultra.
Esto ha generado diversas acciones por parte de la empresa propiedad de AB Inbev, la acción más reciente fue la demanda que interpuso ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI).
La cual terminó con el aseguramiento de producto Amstel Ultra y material publicitario en diversos establecimientos del país.
“Grupo Modelo continúa con sus acciones en contra de Heineken por competencia desleal al haber sacado una cerveza con una imagen comercial similar en grado de confusión a Michelob Ultra. Ahora le tocó el turno a tiendas Oxxo y a las tiendas Six por comercializar dicho producto”, indicó la empresa en un comunicado.
Detalló que los operativos del IMPI se realizaron en distintos establecimientos y centros de distribución de Monterrey, Apodaca, Guadalupe, San Nicolás y San Pedro, para prohibir su venta y comercialización.
Modelo destacó que, fueron ocho tiendas Oxxo, cuatro Six y dos agencias de distribución las visitadas por el IMPI, donde se aseguraron 8 mil 500 latas, botellas y material publicitaron de Amstel Ultra, equivalente a más de 125 mil pesos.
¿Qué dice Heineken?
De acuerdo con un e-mail enviado por Heineken México a Merca 2.0, indicó su marca Amstel Ultra “cuenta con todos los permisos y registros, en apego a las normas vigentes, incluyendo las normas de propiedad intelectual”.
La marca señaló que el aseguramiento de la marca Amstel Ultra, ejecutado en fecha reciente por funcionarios del IMPI, ha sido suspendido y, en consecuencia, la empresa opera con normalidad, sus actividades de comercialización y distribución.
“Heineken México reitera su apego a la normatividad y atenderá oportunamente la información que le sea requerida por los canales que la autoridad correspondiente le señale”, indicó.
El robo de datos aumenta a pasos agigantados
Una encuesta de la American Society of Industrial Security (Sociedad Americana de Seguridad Industrial) y PricewaterhouseCoopers mostró que de las experiencias de 138 compañías pertenecientes al ranking Fortune 1000, demostró que el 40 por ciento de los empleados sospecha o efectivamente sabe del robo de información privilegiada en sus compañías.
Mientras que la mitad de aquellos que habían sido afectados mencionaron que el blanco del espionaje fueron una serie de proyectos de investigación y desarrollo, con una pérdida promedio de 405 mil dólares por cada uno de estos robos—la cifra no tuvo en cuenta la ventaja competitiva perdida—.
Mientras que una asombrosa estadística muestra que el 90 por ciento de las computadoras conectadas a Internet están infectadas con spyware -se trata de un software instalado en una computadora sin que su dueño lo sepa con el fin de recopilar información y retransmitirla a terceros.
La cantidad de intentos de robo de datos confidenciales ha aumentado en un 50 por ciento en un año de acuerdo con el estudio antes mencionado, y aproximadamente el 45 por ciento de las compañías han tenido episodios de acceso no autorizado a datos corporativos por parte de individuos que en razón de su cargo tienen acceso a esta información confidencial.
¿Qué otro caso conocemos?
Renault denunció, en 2011, haber sido víctima de un caso de espionaje industrial que afecta al desarrollo de sus modelos eléctricos.
La marca francesa el hecho como “muy grave”, ya que filtraron informaciones sobre el proyecto estrella, su tecnología de vehículos eléctricos en el que trabajan mil 700 ingenieros y que ha generado el registro de 56 patentes a las que se espera añadir otras 34 en el futuro.
Tres empleados de Renault los que habrían filtrado información sensible de la compañía, entre ellos un miembro del Comité de Ética del fabricante.
En el mismo sector automotriz, en 2007, McLaren se enfrentó con Ferrari. Este caso, denominado “Spygate”, surgió cuando un empleado de la escudería roja (Nigel Stepney) filtró varios documentos de desarrollo de su equipo a McLaren.
Ferrari sospechó de que algo iba mal con su trabajador, pero no fue hasta varios meses después cuando Fernando Alonso informó a Berni Ecclestone (máxima figura de la Fórmula 1 y dueño hasta este pasado curso de los derechos de la competición) de la existencia de varios e-mails comprometidos sobre este espionaje industrial.
Finalmente, McLaren acabó admitiendo el escándalo, tras lo que fue sancionada con una multa de 77 millones de euros (rebajada luego a unos 40 millones).