Hoy por la mañana diversos medios informaron que los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto mantuvieron una llamada telefónica en la que discutieron asuntos relacionados a la construcción del muro.
El Primer Mandatario estadounidense confirmó la llamada y su duración de una hora, hoy, ante los medios. Al parecer se trató de una llamada fructífera en las negociaciones, pues el presidente Trump dejó ver una postura más que amable respecto a México.
En concreto, dijo:
Amo al pueblo de México
Y agregó que cree tener una buena relación el presidente Peña Nieto, que la “llamada con el Presidente fue de respeto”. Esto atañe a la solicitud previa de ambas naciones por el respeto mutuo, respecto al tema del muro fronterizo que Trump decretó recientemente.
También comentó que “Vamos a renegociar acuerdos comerciales y otros aspectos con México”, lo que se refiere a los aranceles que el estadounidense planteó subir a empresas como Ford, en sus producciones hechas en México, destinadas a Estados Unidos.
Y es que ante esta postura, cada vez más compañías se suman a la idea de sacar su producción de México si Trump sube los aranceles, el caso más reciente es el de la empresa neozelandesa Fisher & Paykel Healthcare.
El presidente ejecutivo de la compañía, Lewis Gradon, dijo a Reuters que sacaría la producción de lo fabricado en México que tenga como destino el mercado estadounidense, que se elaborarían en su planta de Nueva Zelanda, pero los demás productos seguirían fabricándose en la nación mexicana.
Postura de México
Luego de la llamada que sostuvieron los líderes políticos de Estados Unidos y México, la Presidencia de la República Mexicana emitió un comunicado en el que aseguró que Enrique Peña Nieto y Donald Trump tuvieron “una conversación constructiva y productiva” en la que tocaron temas relacionados con el déficit comercial de Estados Unidos de América con México, la importancia de las relaciones entre ambas naciones, y la necesidad de trabajar juntos para detener el tráfico de drogas y el flujo ilegal de armas.
En cuanto al muro, el documento refiere que “acordaron resolver estas diferencias como parte de una discusión integral de todos los aspectos de la relación bilateral. Los Presidentes también convinieron por ahora ya no hablar públicamente de este controversial tema”.