Las denuncias en el mundo del futbol relacionado con la FIFA no se detienen, si hasta hace pocos eran los casos de corrupción de la organización y sus directivos, ahora llegan denuncias relacionadas con los organizadores del máximo evento del balompié organizados por ellos, acusados por Amnistía Internacional (AI) de explotación laboral de los trabajadores inmigrantes que trabajan en las construcciones para la próxima Copa del Mundo de fútbol de Catar 2022.
La organización humanitaria lo ha detallado en un informe al que ha llamado “El lado oscuro del deporte rey: Explotación laboral en una sede del Mundial de Catar 2022”, en el que precisamente se critica al ya vapuleado organismo de la FIFA por la “escandalosa indiferencia ante el pésimo trato de los trabajadores inmigrantes” en el que será el país anfitrión del Mundial.
Desde su sede el Londres, AI ha emitido un comunicado donde da a conocer que tras reunirse con 132 inmigrantes empleados en la construcción del Estadio Internacional Jalifa, se ha creado el reporte con las denuncias sobre las condiciones abusivas que soportan estos trabajadores extranjeros, la mayoría procedentes de países como Bangladesh, India y Nepal.
Según señala Salil Shetty, secretario general de AI, “El abuso sobre los trabajadores es una mancha en la conciencia del fútbol mundial. Para los jugadores y aficionados, un estadio de una Copa del Mundo es un lugar para soñar, pero para algunas de las personas que hablaron con nosotros es una pesadilla”.
Ademas, Shetty agrega que “Pese a que ya han pasado cinco años de promesas, la FIFA ha fracasado casi completamente en evitar que se vaya a disputar un Mundial en un lugar en el que se han violado los derechos humanos”.
La organización ha pedido a Adidas, Coca-Cola y McDonald’s, patrocinadores principales de la FIFA, que ejerzan presión sobre el organismo responsable del fútbol mundial con la finalidad de detener y evitar que continúe la inhumana situación de los trabajadores inmigrantes que se encuentran construyendo el Estadio Jalifa, además de solicitar la elaboración de un programa preventivo que evite la repetición de este tipo de abusos en otros proyectos relacionados con los mundiales de futbol.
Las denuncias de estos trabajadores dan cuenta de que viven en condiciones infrahumanas y no se respetan sus derechos básicos, al no tener libertad de entrar o salir del país o para cambiar de empleador, mientras les retienen sus pasaportes y documentos de identidad y no les pagan el salario previamente negociado.
Shetty recuerda a las marcas patrocinadoras que “Albergar un Mundial ha ayudado a Catar a promocionarse como un destino de élite para algunos de los equipos más importantes del mundo. Sin embargo, el mundo del fútbol no puede pasar por alto esta serie de abusos en las instalaciones y estadios donde se jugarán los partidos”.
Como conclusión el secretario general de AI ha señalado que “Si el nuevo liderazgo de la FIFA quiere de verdad hacer borrón y cuenta nueva, no puede permitir que un evento de esta magnitud se dispute en un estadio construido por trabajadores inmigrantes que han sido maltratados”.