La imagen es uno de los elementos más importantes en la marca personal y dentro de la comunicación política tiene un lugar muy importante.
El equipo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descuidó el bronceado de su candidato durante el segundo debate presidencial, ya que algunos de los comentarios principales se centraron en el “color naranja” que mostraba en televisión.
Las críticas compararon al candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, quien también ha recibido diversos comentarios por el bronceado que presenta en su imagen.
AMLO ya se compró la misma cama de bronceado que Trump.
— Arne aus den Ruthen (@arnemx) 13 de junio de 2018
¿Soy yo o AMLO se ve de color naranja? Cada vez se parece más a Donald Trump. ¡¡MEXICANOS, DENSE CUENTA HDSPM!! #DebateINE
— ??????? ????? ???? (@weynohomosexual) 13 de junio de 2018
#DebateINE
amlo está del mismo color que trump lmaooo chairos is this ur king? pic.twitter.com/LcGzXjJmXJ— nan (@sullistrap) 13 de junio de 2018
La imagen de un político, no radica sólo en lo que promete o en la forma de difundirlo también, y muy importante, en la imagen personal, esto es, su forma de vestir, de comportarse, que dice y como lo hace, su integridad moral y su historial político. Todo esto influye para la confianza y aceptación que recibe.
Cuando se acercan las elecciones, los candidatos se preparan para debate, en el que los candidatos muestran sus mejores posturas con el fin de tratar de derrotar en el terreno de las ideas a su contrincante.
Este es un momento fundamental y en donde se da toda la estrategia publicitaria, para afianzar la imagen que se ha construido a través de la campaña y en donde se volverá a medir la capacidad de improvisación, el carisma, la personalidad y la seguridad del candidato en cuestión.
En la actualidad, los partidos políticos y los candidatos ya no se preocupan por establecer un rumbo definido a largo plazo ya que sólo se preocupan y ocupan de ganar a como dé lugar las elecciones, haciendo publicidad para dañar la reputación de sus contrincantes.