Durante la mañana de ayer, uno de los temas que cobró relevancia en la conferencia con los medios de comunicación fue la reforma eléctrica y el rol que las grandes empresas estañan tomado frente a esta propuesta, situación que llevo al centro de la conversación a marcas como Walmart, Bimbo y Oxxo.
Los hechos
El mandatario aseguró que Bimbo y Walmart de México se ampararon en contra de su reforma eléctrica, lo que consideró un “descaro”.
DE manera puntual, el presidente de la nación afirmó “es un descaro ya, ofrezco disculpas a las empresas por estarlo exponiendo, por darlo a conocer, pero cómo van a acudir al amparo para seguir manteniendo subsidios, les debería de dar vergüenza“ al tiempo que agregó “yo pensaba que iban a actuar con responsabilidad y que iban a buscar al director de la Comisión Federal de la Electricidad para llegar a un acuerdo, como está sucediendo en otros casos, pero no”.
Luego de estas declaraciones, AMLO intentó explicar porque es importante hablar de estas empresas en medio de la discusión de la reforma eléctrica.
“Cualquier ciudadano se preguntaría qué tiene qué ver Walmart y Bimbo con la industria eléctrica, pues resulta que sí tienen que ver porque con la llamada Reforma Energética si constituían una empresa para producir energía y además si esa empresa producía energía eólica, limpia, recibían subsidios y al final compraban la energía eléctrica más barata que los consumidores”, sostuvo.
Adicional, afirmó que la cadena de tiendas de conveniencia, Oxxo, pagaban por concepto de luz menos que una familia de clase popular o media.
La respuesta de la marca
Lo cierto es que horas después de que estas declaraciones dieran la vuelta en la web, el arrea de comunicación corporativa de Femsa salió a la defensa de una de las marcas más importantes de la empresa aclarando cuánto pagan por concepto de luz en cada una de sus tiendas.
En un comunicado que ha sido replicado por varios medios, la empresa propietaria de Oxxo indicó que “en promedio, cada tienda conectada a un parque eólico paga 14 mil 52 pesos al mes por la energía renovable. Este costo incluye, por cada tienda, una serie de pagos a CFE como porteo, uso de líneas de transmisión y un complemento, que es un cargo fijo por formar parte de la red eléctrica nacional. Casi 30 por ciento de nuestras tiendas no se surten de energía eólica sino totalmente de la CFE, por lo que el pago promedio mensual se va directo a esa empresa del Estado”.
Adicional, indicó que durante el año pasado por estos conceptos, Oxxo pagó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cerca de mil 576 millones de pesos, mientras que aseguró que en ele país cerca de 70.1 por ciento de sus puntos de venta se abastecen con fuentes renovables.
“En Femsa tenemos el compromiso de generar valor económico y social, lo que implica también valor ambiental, y de actuar siempre en beneficio de nuestros clientes y comunidades. Convencidos de la importancia de proteger el medio ambiente, con la utilización de energía eólica en Oxxo dejamos de emitir más de 570 mil toneladas de CO2 en 2020, equivalentes a las que producen 123 mil 298 vehículos de pasajeros que circulan durante todo un año, o al consumo de 1.3 millones de barriles de petróleo” finalizó la empresa.
Un buen movimiento
Sin lugar a dudas esta aclaración es un gran movimiento para Oxxo en la medida en que las declaraciones emitida por el presidente de México pusieron a la marca en medio de una avalancha de críticas.
Y es que el contexto en el que son entregados estos comentarios podría generar una mala percepción sobre las responsabilidades cumplidas en el país por la marca, asunto que ahora mismo no es un tema menor si consideramos que estamos frente a un consumidor que durará en castigar a aquellas marcas que lejos de ayudar, luzcan abusivas con la comunidad en general.
Cuando menos así lo refiere la edición especial del “Barómetro de Confianza de Edelman 2020: Las marcas ante el Coronavirus”, encuesta que afirma que para el 62 por ciento de los consumidores sus países no superarán la crisis sin el respaldo de las marcas.
Esto tiene sentido, si consideramos que cuando menos en sentimiento, las personas no creen que sus gobiernos y presidentes estén haciendo un buen trabajo en el manejo de la contingencia.
Cuando menos así lo refiere un reciente estudio firmado por McCann Worldgroup Truth Central, el cual indica que apenas el 14 por ciento de las personas a nivel mundial creen que sus gobiernos están muy preparados para enfrentar al COVID-19.
Lo cierto es que aunque estos números dibujan una interesante oportunidad para las firmas comerciales, también hablamos de una línea delgada que de no ser cuidada y trabajada de la manera correcta tendrá efectos contrarios para las marcas: El 71 por ciento de los consumidores advierte que, si perciben que una marca se aprovecha de la crisis en su propio beneficio, perderán su confianza en ella para siempre.