Durante la conferencia matutina de este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que enviará una iniciativa de ley para lograr que desaparezca el outsourcing en el país.

Esta afirmación se reveló luego de que se diera a conocer que ahora mismo se lleva a cabo una investigación a un “facturero”, que mediante esta modalidad de subcontratación empleaba a cerca de 200 mil personas a las que no se les entregaban prestaciones.

“Había un facturero que está siendo investigado, que al mismo tiempo tenía una empresa de subcontratación, de outsourcing, sabe cuántos empleados tenía, 200 mil empleados, para quitarle a las empresas la responsabilidad de pagarle lo justo a los trabajadores, para que, no le cubrieran a los trabajadores sus prestaciones, para quitarlos de la nómina en noviembre y diciembre y no darles aguinaldo y volverlos a subir a la nómina, en enero y febrero, pues eso se va a terminar”, destacó el titular del ejecutivo federal.

No es la primera vez

Esta advertencia alrededor del outsourcing no es la primera que se hace alrededor de este modelo de contratación. 

A finales del año pasado, el Senado de la República avaló una reforma a la Ley Federal del Trabajo para impulsar la eliminación de subcontrataciones para las empresas manos de terceros.

El sistema de outsourcing se venía impulsando desde la reforma a la Ley Federal del Trabajo, que se dictaminó en noviembre de 2012, e incluso desde antes. Preveía que las compañías podían recurrir a la contratación de trabajadores que estaban empleados por otras empresas, casi siempre especializadas en la gestión de recursos humanos, las cuales se encargaban del pago de su sueldo y las prestaciones que por ley le corresponden a los trabajadores, tales como seguridad social, aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, entre otras.

Estas características que facilitan la gestión del talento, llevaron a muchas empresas a ver con buenos ojos este modelo de contratación; no obstante, muchas de estas compañías que ofrecen este servicio operan bajo sistemas irregulares.

Cifras de la empresa de gestión de recursos humano, Manpower, indican que hacia finales de 2018, el 80 por ciento de las compañías del país confiaban a las empresas de outsourcing.

A pesar de este interés, datos de la empresa Red Ring indican que sólo el 10 por ciento de las empresas que prestan los servicios de subcontratación de personal están en la formalidad y cumplen con todas sus obligaciones patronales. 

Lo que supone para las empresas

La ahora propuesta del presidente que se suma a la ya presentada a finales del año pasado por el Senado, podría poner en un dilema a muchas compañías que tendría, en principio, que reorganiza su estructura para ser estas mismas, las encargadas de administrar y atender las necesidades de sus empleados.

De manera puntual, el impacto de la puesta en marcha de esta propuesta podría resumirse en los siguientes puntos:

Golpe a PyMes

En algunas ocasiones, las empresa de outsourcing son capaces de financiar hasta dos meses consecutivos a las empresas que son sus clientes, por lo que se presentan como una buena opción para las PyMes. 

Con la desaparición de este sistema, habría un impacto negativo en cerca del 30 por ciento de las PyMes y para más de 8 millones de trabajadores.

De manera puntual, se estima que de eliminarse este modelo de contratación los costos relacionados podrían increméntese hasta en un 7 por ciento.

Sin personal temporal y especializado

Una de las grandes ventaja de este tipo de servicios es que facilitaban la contratación de empleados temporales o especializados.

La desaparición total del outsourcing limitaría esta posibilidad, en donde los pagos y cobros irregulares podrían ser una constante.

Adiós a un gran negocio

Datos de Statista indican que hacia 2018, el valor de este mercado a nivel mundial ascendió a 85.6 mil millones de dólares.

Con la desaparición de esta modalidad, muchas empresas relacionadas con la gestión de personal perderían una parte importante de su negocio, con lo que se verían forzadas a despedir a una gran parte de sus empleados, ante una posible reducción de hasta un 90 por ciento de su negocio.