Vicente Quesada, socio de Rokk3r Fintech Chair, en declaraciones para Notimex indicó que el 75 por ciento de la generación millennials, aquellos nacidos entre 1981 y el 2000, prefieren los servicios financieros de las empresas por encima de las ofertas de las instituciones bancarias, incluso el 71 por ciento prefiere ir al dentista antes de escuchar el mensaje de un grupo financiero.
Esto se debe al avance tecnológico así como a las demandas de la población diversos bancos desaparecerán en la década entrante, Quesada expuso que el 60 por ciento de los millennials quieren que una startup haga la labor de los bancos, ya que para el 53 por ciento de este segmento todos son iguales.
Asimismo, el 63 por ciento de estos jóvenes no cuentan con tarjeta de crédito, además de que el 33 por ciento están preparados para cambiarse de banco en los próximos días. La agencia detalló que dentro de las demandas de este sector son la rapidez, personalización y que el instituto financiero no los engañe.
De tal modo que el socio consideró que firmas como Google, Amazon o Paypal tienen mayor aceptación para el uso de servicios financieros debido a que tienen toda la experiencia y hacer mejor las cosas que los bancos; mientras que las entidades financieras tienen una gran estructura y personal que se vuelven complicados de digitalizar.
Quesada abundó que los bancos destinan sus esfuerzos en el desarrollo de aplicaciones móviles; sin embargo, se trata de una plataforma perdida, por lo que deben ir por el siguiente punto de contacto de las personas. De igual forma, la exclusión bancaria, ya que una persona que ganara menos de 12 mil dólares al año no representa un cliente potencial de un banco, pero la tecnología actual permite que con un ingreso de dos mil dólares ya sea potencial.
En este sentido, el país que está liderando esta migración es China, que mediante la plataforma Wechat, simil de WhatsApp, se realizan transacciones financieras. La nación asiática alcanzó durante 2016 los 790 mil millones de pesos por pagos a través de móviles, once veces más de lo que tuvo Estados Unidos.