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De acuerdo con el BrandZ Top 100 realizado porWPP y Kantar Millward Brown, se colocó como la tercera marca más valiosa durante 2018.
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Lideraba durante 2017 a las empresas web con mayor número de empleados, con 566,000 en sus filas.
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Enumeró más de 4 mil artículos prohibidos e inseguros, incluidos juguetes y medicamentos que carecían de advertencias sobre sus riesgos.
A la batalla épica entre Apple y Google por saber cuál de las dos es la marcas más valiosa se ha sumado Amazon. La compañía no para de crecer en valor.
Según el BrandZ Top 100 realizado porWPP y Kantar Millward Brown, se colocó como la tercera marca más valiosa durante 2018. La gigante de comercio electrón experimentó un crecimiento del 69 por ciento en el valor de la marca -a 279 mil 331 millones de dólares.
En 2017, Amazon lideraba a las empresas web con mayor número de empleados, con 566,000 en sus filas. Facebook tenía un total de 25 mil 105 empleados a tiempo completo, mientras que Alphabet tenía 88 mil 110, de acuerdo con cifras de Twitter, Amazon, Google, eBay, Alibaba, Yahoo, Facebook, LinkedIn, PayPal, proyectadas por Statista.
El gigante del comercio electrónico crece sin freno, pero todo este éxito pende de un hilo. Las grandes compañías sobre todo, deben proteger su reputación de marca a toda costa y en el caso de esta firma, la reacción parece un tanto tardía.
Juguetes peligrosos
De acuerdo con un informe de CNBC, la empresa no pide a algunos vendedores de juguetes pruebas de documentos de seguridad que le permitan garantizar que no haya riesgo alguno para los niños que jueguen con ellos.
La revisión la pedirían hasta después de que sus juguetes hayan salido a la venta en su sitio, lo más grave que le ha sucedido a la marca en los últimos meses.
El reporte detalla que algunos vendedores fueron informados de que produjeran los documentos de seguridad requeridos recientemente, para los juguetes que ya habían estado disponibles para comprar en la plataforma durante aproximadamente dos semanas antes, luego de que el caso fuera expuesto por un informe del Wall Street Journal el mes pasado.
En este, las cifras resonaron en el mundo, pues se encontró que Amazon había enumerado más de 4 mil artículos prohibidos e inseguros, incluidos juguetes y medicamentos que carecían de advertencias sobre sus riesgos.
Luego de eso, la marca seguramente revisó y corrigió, al menos intentó hacerlo discretamente, pero sus clientes la “echaron de cabeza” con CNBC y trascendió que mandaron un mail en el que indicaban que “nos contactamos con usted porque le mostramos que puede estar vendiendo artículos en la categoría Juguetes. Como parte de nuestros esfuerzos continuos para proporcionar la mejor experiencia posible al cliente, estamos confirmando que su producto cumple con el estándar de seguridad obligatorio actual”.
Corrigió el error
Es decir, hasta después de ser descubierta, la empresa puso remedio a su grave problema. Hoy, explicó en su blog oficial que: “cada pocos minutos, nuestras herramientas revisan los cientos de millones de productos, escanean los más de 5 mil millones de cambios diarios en las páginas de detalles del producto y analizan las decenas de millones de reseñas de clientes que se presentan semanalmente en busca de signos de preocupación e investigan en consecuencia”.
La firma sabe a la perfección que la reputación de marca no puede estar en juego, por eso de inmediato decidió invertir en la corrección del enorme error y dijo que gastaron 400 millones de dólares durante 2018, en seguridad de productos y que bloquearon más de 3 mil millones antes de que aparecieran en línea.
Amazon no debería desatender un aspecto tan delicado sin importar la edad, pero especialmente con menores. Los niños son un público que debe cuidarse especialmente, ya que dependen por completo de otras personas, no pueden decidir si un producto o servicio representa un peligro para sus vidas.