- La UE está buscando colaboración de las grandes empresas para definir normas para regular la Ley de IA.
- El uso de datos y los derechos de autor son dos puntos claves.
- Todo concluirá en un código de prácticas que se usará como guía.
Las principales corporaciones tecnológicas del mundo, entre ellas Amazon, Google y Meta, están presionando (más todavía) a la Unión Europea para que adopte una postura más relajada en la regulación de la Ley de IA (inteligencia artificial).
El esfuerzo responde a la preocupación por el riesgo de enfrentar sanciones que podrían ascender a miles de millones de dólares si no cumplen con la Ley de IA, aprobada en mayo por los legisladores europeos tras un arduo proceso de negociación entre diferentes facciones políticas.
Aunque la legislación ha sido adoptada, aún falta desarrollar los códigos de prácticas que determinarán cómo se implementarán las normas sobre sistemas de IA de propósito general, como ChatGPT.
Estos códigos, aún en proceso de elaboración, son claves para definir qué tan estrictas serán las medidas y cuántas complicaciones legales y multas multimillonarias enfrentarán las empresas que infrinjan las regulaciones de derechos de autor.
Ley de IA: el código de prácticas, en la mira
La UE ha solicitado la colaboración de empresas, académicos y otros sectores para redactar el código de prácticas.
Hasta la fecha, ha recibido casi mil solicitudes, lo que marca una cifra sorprendentemente alta, de acuerdo con fuentes cercanas al proceso, publica Reuters este viernes 20 de septiembre.
Este interés refleja la importancia que muchas compañías tecnológicas le otorgan a las nuevas normativas. Sin embargo, la mayor incertidumbre radica en si estas reglas se aplican de manera estricta o más flexible.
Aunque el código de prácticas no será vinculante legalmente, proporcionará una guía que las empresas podrán seguir para demostrar su cumplimiento con la Ley de IA.
No obstante, cualquier compañía que asegure que cumple con la normativa, pero ignore las recomendaciones del código, podría enfrentarse a serias implicaciones legales.
Según CCIA Europe, una organización que agrupa a empresas como Amazon, Google y Meta, “si las regulaciones son demasiado estrictas o específicas, será muy complicado seguir adelante”.
Ley de IA: uso de datos y derechos de autor
Un punto clave en la implementación de la Ley de IA es la cuestión de los datos utilizados para entrenar los modelos de inteligencia artificial.
Empresas como OpenAI y Stability AI son cuestionadas sobre si el uso de material protegido por derechos de autor, como libros o fotografías, sin la autorización de sus creadores, constituye una violación.
De acuerdo con la nueva normativa, las empresas deberán proporcionar resúmenes detallados de los datos empleados en el entrenamiento de sus modelos de IA.
Esto implica que un creador de contenido que descubra que su obra se utiliza para entrenar un sistema de IA sin su permiso podría solicitar una compensación.
El código de prácticas, que se espera entre en vigor a finales del próximo año, permitirá a las empresas tecnológicas operar con más claridad.
No obstante, el verdadero desafío vendrá en 2025, cuando las compañías tendrán que demostrar que cumplen plenamente con la ley.
El crecimiento de la IA en diversas industrias
De acuerdo con Statista, el impacto de la inteligencia artificial en la economía global es notable.
En el sector de la atención médica, se proyecta que el mercado de IA alcanzará los 190 mil millones de dólares para 2030.
En el ámbito financiero, el 60% de las instituciones ya han implementado herramientas basadas en IA para mejorar sus procesos de toma de decisiones.
Mientras tanto, en el sector del entretenimiento, el uso de IA en la creación de contenido ha crecido exponencialmente, impactando tanto la producción de películas como el desarrollo de videojuegos.
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