Amazon canceló su muy criticada estrategia de marketing digital basada en pagarle a sus trabajadores para que compartieran publicaciones positivas en las redes sociales. Lo confirma el Financial Times este miércoles 26 de enero.
El objetivo era mejorar la imagen de la empresa ante potenciales nuevos empleados, en un momento en el que en especial en los Estados Unidos es muy complicado para las empresas conseguir mano de obra.
La estrategia de “embajadores” de los centros logísticos se inició en 2018 con la idea de defender a la empresa contra las denuncias relacionadas con la seguridad y las condiciones de trabajo en sus centros de almacenamiento.
Según publica Financial Times, Amazon canceló “silenciosamente” la campaña de influencers y quitó todo rastro de las redes, borrando las publicaciones.
Por qué Amazon canceló el plan de marketing digital
Una de las causas es que los altos ejecutivos de Amazon no quedaron conformes con el pobre alcance de la tan particular estrategia de marketing digital.
La campaña también fracasó porque aparecieron cuentas falsas que daban la impresión de que algunos trabajadores de Amazon se habían rebelado.
Amazon ha sumado más de 700 mil trabajadores en todo el mundo desde el inicio de la pandemia de covid y ya es el segundo mayor empleador en los Estados Unidos, sólo detrás de Walmart.
Uno de los problemas es el alto costo de atraer nuevos empleados y la pérdida de productividad relacionada con la mano de obra, que le sumaron 2 mil millones de dólares a sus gastos operativos.
De acuerdo con datos publicados por The Intercept en 2021, los “embajadores de marca” de los centros logísticos recibieron capacitación sobre cómo no dejar “ninguna mentira sin cuestionar”.
Los entrenaron para dar respuestas como: “No, eso no está bien. Trabajé en un Amazon durante más de cuatro años y nunca vi a nadie orinar en una botella”.
Según esa investigación periodística, a un grupo de trabajadores cuidadosamente seleccionados se les pidió que respondieran de “franca y cortésmente” a lo que la compañía consideraba mentiras publicadas por políticos y activistas de derechos laborales. Se les dijo que no interactuaran con periodistas.
Un tweet estándar decía: “Estoy orgulloso de trabajar para Amazon, me cuidaron muy bien. Mucho mejor que algunos de mis empleadores anteriores”.
