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Álvaro Rico es una de las personalidades más populares en el mercado de medios, gracias al Éxito que Élite ha tenido en últimas fechas.
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Élite se ha vuelto tremendamente importante en el mercado, por la trascendencia que tienen estas historias patentadas en el streaming.
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Élite, Álvaro Rico y una fotógrafa denunciando un abuso contra su trabajo para crear contenido en Instagram es un caso que no tiene desperdicio.
La denuncia de una fotógrafa contra el actor de Élite Álvaro Rico, tras publicar una fotografía que le ha hecho en su cuenta de Instagram, es el último caso de cómo se violan principios básicos con tal de nutrir las redes sociales.
El hecho se ha convertido también, en un importante referente de la propiedad intelectual en tiempos de redes sociales, donde la voracidad por crear contenido obliga a pensar en volumen y olvidarse de lo básico, pagar por el contenido que has encargado.
Ante estos puntos, vaya que se ha ido definiendo un importante ejercicio en el mercado y es el que tiene que ver con la manera en cómo las marcas se involucran con los consumidores, una relación en la que siempre insistimos.
De un favor a una denuncia
La fotógrafa en cuestión es Maldita Cámara, tal como se identifica en Twitter con más de mil seguidores en su cuenta y descrita como una profesional de la cámara originaria de Alcalá de Henares, España, especializada en retratos.
May asegura que realizó una fotografía a Álvaro Rico para un pase gráfico de prensa el pasado mes de septiembre, solo que al actor le gustó demasiado el arte de las imágenes, que le pidió el favor de enviárselas.
Os comento una situación que estoy denunciando en Instagram, a ver si los foteros que me siguen pueden echarme una mano.
Le hice esta fotografía a Álvaro Rico en septiembre en un pase gráfico para prensa. Le gustó tanto la foto que me la pidió en dos ocasiones. Gratis. pic.twitter.com/HaajNEkBqp
— May (@malditacamara) April 10, 2022
Tras acceder, se percató de que la usó para publicarla en sus redes sociales junto al copy “Qué gozada de año y medio, cómo mola el teatro”, entre lo más trascendente que ha escrito en su mensaje.
Al notar que usó su trabajo sin pagar por este ni dar crédito, la fotógrafa decidió denunciar el hecho, lamentando que a pesar de contar con seis millones de seguidores y contar con todo el dinero del mundo, no ha podido pagar a la gente por su trabajo.
Tras haber escalado su denuncia, el actor simplemente atinó an advertirle que falló en darle crédito y que lo haría.
Luego de hacer la denuncia, la fotógrafa fue víctima de una oleada de ataques, donde fue criticada por seguidores del actor, quienes desmerecieron su trabajo, asegurándole que el incidente estaba siendo aprovechada por ella de manera ventajosa, por lo que su denuncia, más que lamentar el robo de su trabajo era para aprovecharse de la popularidad del actor.
Este caso puede ser comparado con otro ejemplo de cómo con tal de generar viralidad, mantener un feed de redes sociales activo y estar constantemente creando contenidos, se ha vuelto un reto para defender la propiedad intelectual.
Ante ello, queda un ejercicio a entender muy interesante y es el que tiene que ver con la manera en cómo las marcas se están involucrando ante estos casos, que valen la pena comparar.
El segundo caso similar a la denuncia contra Álvaro Rico y su cuenta de Instagram es una situación que ocurrió en los parques de Disney, cuando exhibieron el mayor pecado cometido por uno de los diseñadores de la compañía: robar la idea de alguien más.
Andrew Martin, quien es popular dentro de TikTok como Monster Caesar Studios, denunció el robo por parte de un diseñador de Disney, cuando descubrió que una de sus esculturas, que publicó en creative commons para que usuarios comunes pudieran imprimirla en 3D, simplemente se robó sus planos para crear la pieza y comercializada.
A decir de Martin, tras la alerta de uno de sus seguidores, se dio cuenta que la pieza se encontraba firmada por un tal Costa Alvezos, quien aparece en LinkedIn como diseñador de producto en Disney, por lo que no solo robo una idea para venderla dentro de Disney, incluso la hizo pasar como propia.
