Tras ser reportado como enfermo y no poder ir a la escuela, un alumno alemán de siete años envió a su robot avatar a tomar clases por él.
Aquello que, décadas atrás, nos vendía como “el futuro” finalmente nos ha alcanzado y, hoy en día, la robotización ha comenzado a posicionarse en diversas industrias, tales como hotelería, restaurantes, hospitales, entre otras que están adoptando robots para mejorar la experiencia en atención a clientes.
Dicho de otro modo, ya no es ninguna novedad, sino una completa realidad que, si bien apenas va generando impacto, es una de las principales estrategias de algunas marcas.
De acuerdo con Rafael Puentes, Founder de la startup de RPA, Rocketbot, los robots pueden ser de gran utilidad en la alta demanda de productos online al colaborar en distintas etapas del propio proceso de compra: “Uno de los principales procesos que se han automatizado son las compensaciones por errores en las compras, por problemas en el despacho o por productos que nunca llegaron. En estos casos los robots se encargan de hacer la auditoría y de entregarle una respuesta al cliente con un descuento o una compensación en el caso de que la empresa haya cometido un error”, explica.
Sin embargo, hay caso que ha comenzado a llamar la atención en Alemania, donde un estudiante no puede asistir la escuela, con sus compañeros, debido a que se encuentra demasiado enfermo.
Ante ello, y para no perder “interacción” con su profesor y compañeros, en su lugar ha enviado a un robot avatar para que tome clases por él; además, cuando el alumno quiere decir algo, el dispositivo lanza una señal intermitente.
El caso fue reportado por Reuters, donde algunos han expresado que “los niños hablan con él, se ríen con él y a veces incluso charlan con él durante la clase. Joshi también puede hacerlo bastante bien”, tal como lo explicó la directora de la Pusteblume-Grundschule de Berlín, Ute Winterberg.
Sin duda, la comunicación entre Joshua y sus compañeros ha cambiado considerablemente debido a los efectos de una grave enfermedad pulmonar que lo ha mantenido sin ir a clases.
Es así que, mediante un trabajo de innovación de una iniciativa privada pagada por el consejo local del distrito berlinés de Marzahn-Hellersdorf, el alumno no ha perdido sus clases y, además, continua interactuando tanto con sus compañeros como con el profesor mediante su robot avatar.
“Somos el único distrito de Berlín que ha comprado cuatro avatares para sus escuelas. El empujón lo dio el Covid-19, pero creo que este será el futuro más allá de la pandemia. De vez en cuando, por diversas razones, ocurre que un niño no puede ir a clase en persona. Entonces, el avatar puede darle la oportunidad de seguir formando parte de la comunidad escolar”, mencionó a Reuters el concejal de educación del distrito, Torsten Kuehne.
No es ningún secreto que, tras la llegada de la pandemia, la adopción de nuevas tecnologías se convirtió en el modo que encontraron las empresas para sobrevivir a un periodo de gran incertidumbre.
Incluso, desde mucho antes de que el Covid-19 lograra establecerse como una palabra y concepto esenciales en nuestro vocabulario, la tecnología estaba dando grandes pasos para mejorar la experiencia de las personas.
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