• De acuerdo con los directivos de Alsea, la estrategia de la marca en medio de la pandemia se centró en tres ejes

• A saber: el cuidado de colaboradores, clientes y comunidades, la sostenibilidad financiera y la adaptación a la nueva realidad

• En el transcurso de la pandemia, el grupo dispuso de líneas de crédito tanto en México como en Europa

Como en otros países del mundo, la situación económica de México ha sido particularmente difícil para las grandes compañías de la industria. Si bien están mejor preparadas que aquellos negocios de menor tamaño para lidiar con la crisis, los efectos aún están pintando un entorno muy oscuro para el futuro. Esto es todavía más cierto para las organizaciones que dependían del tráfico de los consumidores a los establecimientos físicos. Un ejemplo perfecto es Alsea.

Hace unas horas que, de acuerdo con El Financiero, la operadora de Starbucks, Domino’s y Burger King en México presentó sus resultados para el segundo trimestre del año. Y no han sido buenos meses para la gigante restaurantera. Alsea apuntó que sus ventas cayeron en un 64.4 por ciento, con respecto a la cifra registrada en ese mismo periodo del año pasado. Es decir, solo pudo ingresar cinco mil 151 millones de pesos (mdp) por el cierre de sucursales.

Pero no fueron las únicas malas noticias que compartió Alsea este trimestre. Según Milenio, la marca también tuvo que incrementar su deuda de una forma considerable. En los últimos tres meses, la operadora de Vip’s aumentó en cinco mil 632 mdp sus compromisos con bancos a instituciones financieras. En total, ya debe más de 32 mil 905 mdp. Aún así, Alberto Torrado, presidente ejecutivo del grupo, dijo que están listos para iniciar la reapertura de sus cadenas.

¿Será el fin de Alsea?

Vale la pena recordar que, en el sector restaurantero, muchas empresas están sufriendo por el legado de la pandemia. Como Alsea, los franquiciatarios de McDonald’s han visto caer de una forma grave sus ingresos, pero su socio comercial no les ha querido dar ayuda. También está NPC International, la mayor operadora de Pizza Hut y Wendy’s en Estados Unidos (EEUU), que cayó en bancarrota. En Burger King, sus restaurantes en Asia le han dado muchos problemas.

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Pero hay que regresar al caso de Alsea. No cabe duda que estos resultados no son positivos. Una caída tan dolorosa en ventas y un incremento tan duro en su deuda pinta un futuro difícil para la compañía en el futuro. No solo se dificulta el reto de la liquidez y pone barreras mucho más complejas para alcanzar un estado de equilibrio para el futuro. Aparte, podría sugerir que la reestructura de sus pendientes financieros y las licencias de empleados fueron ineficaces.

Lo cierto es que, si no hubiera tomado estas acciones, probablemente el escenario de Alsea sería aún más oscuro. Pero aún si no son cifras alentadoras, es poco probable que la marca vaya a colapsar en cualquier momento. Por ahora, es evidente que ha podido superar la primer etapa de la crisis sin morir. Será crucial que en los próximos meses pueda adaptar su modelo de negocio a las nueva normalidad. Si sus ventas no mejoran, entonces sí habrá un problema.

Otras industrias que están tambaleándose

Junto con Alsea, otras empresas mexicanas están lidiando con los pésimos resultados que les heredó la crisis sanitaria. Por ejemplo, Aeroméxico está tratando de reiniciar poco a poco su negocio después de declararse en bancarrota en EEUU. El sector turístico está tratando de ponerse de pie también, pero algunos agentes parecen estarse quedando atrás. Dentro de la industria retail Liverpool está luchando como puede con cierre de tiendas y la caída de ventas.

De nuevo, los malos resultados de Alsea y otras empresas no significa que vayan a dejar de ser parte del ecosistema económico en el corto plazo. Forbes opina que se debe de hacer una re-evaluación de la plantilla laboral para ver si la marca está lista para lidiar con la pandemia, e incluso considerar contrataciones si es necesario. Brookings apunta que será necesario una mayor intervención gubernamental. PwC apunta que se debe de cambiar la cultura de marca.