Luego de 46 años con el mismo logotipo, la aerolínea italiana Alitalia presentó en Roma su nueva imagen de marca, con la que querían posicionarse como “líder en servicios de alta calidad”. Sin embargo, hoy viven un momento complicado.
Aunque el tráfico aéreo de pasajeros podría crecer en un 5.1 por ciento este 2017, según proyecciones con cifras de IATA y ICAO, parece que Alitalia no podrá beneficiarse de las cifras, debido a que se encuentra al borde de la quiebra.
El Gobierno italiano nombró tres comisarios que crearían un plan para salvar de la bancarrota a la aerolínea, además de prestarle 600 millones de euros para asegurar su operatividad en los próximos seis meses; sin embargo, será hasta ese momento cuando se conozca si el plan dio resultado.
El plan se implementará sólo si se aprueba luego de que lo presenten en un plazo máximo de 90 días, sino, se reestructurará la aerolínea por medio de la cesión de bienes o, en última instancia, se procedería a su liquidación.
Actualmente Etihad posee el 49 por ciento del control de Alitalia, mientras el 51 por ciento es propiedad de otra sociedad.
Esta noticia llega en un momento en el que aerolíneas como United Airlines han visto impacto en su reputación de marca por diversos sucesos polémicos, que finalmente deriva en la percepción del consumidor hacia las aerolíneas.