Publicidad por todas partes. Nos la encontramos desde que despertamos y por donde vamos pasando en nuestro día a día.

El impacto de las marcas es constante en la vida de usuarios y consumidores y parece ser lógico, pues todo aquello que utilizamos o consumimos está respaldado por un nombre o marca, aunque sean marcas “blancas” o de las que se conocen como “marcas libres” hay un nombre asignado para esos productos y servicios.

Es por ello que se entiende que la publicidad se considere también como un producto cultural que surge y sirve a partir de los diferentes comportamientos y estilos de vida de las personas.

En esta presencia constante, y como una manera de “autodefensa” de la publicidad de parte de las personas que la recibe, también se han creado bloqueos para que la publicidad llegue de una manera tan libre a todos todo el tiempo.

Desde la misma percepción selectiva, que tenemos cada una de las personas de manera natural, hasta los instrumentos tecnológicos, como los bloqueos en páginas web, existen para que la gente no reciba al 100 por ciento todos los mensajes publicitarios que están “en el aire”. De acuerdo a un análisis realizado por Neuromedia, recibimos un impacto publicitario cada 10 segundos, lo que significa que recibimos 6 mil impactos diarios (2 millones 190 mil al año), de los cuales, somos capaces de retener tan solo un máximo de 18 mensajes.

Entonces, tenemos tanto condiciones naturales como artificiales, que provocan que toda la publicidad generada llegue completamente a la gente. Eso significaría que muchos recursos, tanto económicos como en horas de trabajo, son desperdiciados y lanzados al aire con la esperanza de que sí lleguen a las personas elegidas. Se supone que eso pasaría, ya que se debió haber hecho toda una investigación previa para asegurarnos que todo el trabajo realizado sintetizado en las ejecuciones en los medios lleguen al público adecuado en el momento y medio correcto. Pero no siempre sucede así.

Por eso, marcas, medios y agencias están buscando constantemente nuevas maneras de acercarse a sus públicos objetivo de la manera más eficiente y eficaz, utilizando nuevas y diferentes herramientas que les permitan acercarse de la manera más natural u orgánica en donde se encuentre, evitando ser invasivos, agresivos o ser reconocidos como el “invitado no deseado” o el “gorrón” pesado que llega a una fiesta.

Estas nuevas maneras se están mostrando para ser utilizadas en un futuro no tan lejano y cuyo lanzamiento ha sido obligado a acelerarse con más rapidez desde la pandemia, debido sobre todo al cambio o ajuste en el comportamiento de compra y hábitos del consumidor/usuario.

Por ejemplo, nos encontramos algunos proyectos interesantes como los que se están haciendo para que la gente que acceda a sus películas o programas favoritos, sobre todo vía streaming, puedan elegir el objeto o ropa que estén utilizando algunos de los personajes de esa serie de la cual es fan y, por lo tanto, puede ser también fiel seguidor de aquello que están utilizando sus actores o personajes favoritos, ya sea porque los toma como referencia o por un aspecto aspiracional. Aquí, la invasión publicitaria de marcas no se daría, ya que no es impuesta u obligada a la vista del público objetivo, sino que son las mismas personas las que tienen la decisión y el poder, a traves del control remoto, para, primero, conocer la marca de ese producto y, posteriormente, hacer la compra del mismo desde la comodidad de su hogar o desde donde esté recibiendo el contenido en streaming.

Aquí la fórmula ganadora es no ser invasivo con la publicidad y no se le impone un mensaje obligado a la gente, sino que las mismas personas, solo las que se interesen en ello, hagan su consulta y profundicen hasta donde ellos quieran y, probablemente, lo hagan hasta llegar a la compra final.

Pero también el “boom” de los nuevos instrumentos tecnológicos como los asistentes de voz no se pueden quedar atrás y se espera que éstos sirvan también como un medio publicitario con el que se pueda llegar a la gente en el ambiente más común en el que vive diariamente.

Asistentes que están caminando a la par de lo que se espera en su utilidad en este mundo de inteligencia artificial que está explotando para mejorar la velocidad, efectividad y precisión de las tareas que realizamos todos de manera diaria.

Google Assistant, Amazon Alexa, Dragon Search, Cortana, Bixby, Sherpa Assistant, DataBot, Cisco Spark Assistant, Apple Siri, Google Home, Evi y Vlingo.io, entre otros que andan por ahí desarrollandose, están ahí para aumentar la productividad y cubrir las necesidades del usuario en la realización de tareas sencillas, como buscar nombres de canciones, reproducirlas, agendar citas importantes y recordar pendientes, entre muchas otras tareas.

Pero es una de ellas en especial que ya está avisando de una nueva oportunidad que abre a los anunciantes.

Alexa probará a partir del año que viene respuestas a preguntas de los consumidores que serán patrocinadas por marcas.

Esto significa para Amazon una nueva entrada de ingresos publicitarios en la que cuando Alexa responda a un usuario se pueda incluír dentro de la misma una sugerencia de un producto o servicio relacionado con la búsqueda.

Por ejemplo, si alguien pregunta por cómo limpiar una mancha de vino en una alfombra, en la respuesta Alexa podrá comentar de una marca específica de detergente o jabón para quitar manchas difíciles.

Desde Amazon se cree que de esta manera al usuario/consumidor le será mucho más amigable acercarse con las marcas y la relación será más “natural”.

También, estos anuncios no serán solo lo que pueda mencionar Alexa, ya que éste modo funcionará como los links patrocinados de búsqueda que los internautas reciben en Google. Alexa simplemente dará esa información y será diferente a la publicidad interactiva que el asistente ya tiene y que permite hacer otras cosas, como añadir productos al carrito o pedir recordatorios de las marcas.

Aquí la pregunta se las dejo a ustedes, ¿Se seguirá sintiendo invasiva esta nueva opción o sí será una herramienta que se acomode a las necesidades de las personas sin que se sientan “golpeadas” por la publicidad?