El principal factor que define a una empresa de alimentos es la calidad e higiene de sus productos, que se detecten casos que representen un riesgo para la salud de los consumidores podría significar una crisis para la marca.

Eso es lo que Starbucks intenta evitar, la cadena de cafeterías retiró varios sándwiches de formaban parte de su menú de desayunos de más de 250 establecimientos en Estados Unidos, principalmente en los estados de Arkansas, Texas y Oklahoma.

De acuerdo con reportes de medios como la CNBC y USA Today, el problema fue detectado por Progressive Gourmet, proveedor de Starbucks que supuestamente emitió la alerta después de que una prueba de rutina reveló la presencia de la bacteria ‘Listeria monocitogenes’ en una superficie en el centro de producción, que podría haber estado en contacto con los alimentos por lo que inmediatamente fueron retirados del mercado.

Por su parte, la Administración de Comida y Medicamentos (FDA) comunicó que está al tanto de la situación y que trabaja de manera conjunta con Starbucks y Progressinve Gourmet, así como con el Departamento de Salud de Massachusetts para investigar “la fuente del problema”.

A su vez, un vocero de la compañía con sede en Seattle indicó que en cuanto tuvieron conocimiento del problema retiraron el producto de las sucursales afectadas. Aclaró que el producto en sí “no dio positivo para la bacteria”, y que hasta el momento no han recibido reportes de enfermedades.

No obstante, la alerta para la marca sigue latente, pues de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, algunas personas saludables podrían consumir comida contaminada con la bacteria, aunque con una bajo riesgo de enfermarse.

Un caso similar se presentó hace unos meses con Chipotle. La marca fue afectada por una serie de casos en que los consumidores se enfermaron con la bacteria de E coli (Escherichia coli O26), situación que provocó que la cadena de comida estilo mexicano cerrara temporalmente 43 establecimientos.

Chipotle pudo superar esta crisis de marca hasta febrero pasado cuando las autoridades sanitarias de Estados Unidos “dieron de alta” a la cadena.