Buenos Aires, Argentina.- El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) decidió extender la suspensión del ingreso de limones argentinos en lo que se advierte como un caso paradigmático respecto del ingreso de productos extranjeros a ese país.
Según fuentes oficiales del Ministerio de Agroindustria de Argentina, los Estados Unidos extendió la suspensión al ingreso de limones sudamericanos. Lo hizo días antes de que venciera el plazo para tomar una decisión definitiva, el 27 de marzo próximo.
De esta forma, y por un plazo aún no dado conocer de manera oficial, la administración de Donald Trump bloquea una importación ya acordada previamente, cuando Barack Obama era el presidente.
Hay que recordar que Trump dispuso el 20 de enero de 2017, el día de su asunción, abrir un período de 60 días para evaluar toda la normativa que había firmado su antecesor, pero que todavía no regía. La fecha de entrada en vigor del permiso a los limones de Argentina iba a ser la del 23 de enero.
“Las autoridades sanitarias de Estados Unidos habían aprobado en diciembre de 2016 la importación de cítricos argentinos, una operatoria que propondría el envío anual de unas 20 mil toneladas de limones, por un valor de U$S 50 millones”, publicó El Cronista.
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Argentina es el mayor productor mundial de limones (cerca de 1,5 millón de toneladas por año) y Estados Unidos uno de los mercados más grandes, por lo que la posibilidad de exportar a ese destino es clave. Más aún para la provincia de Tucumán, en el noroeste argentino, la responsable del 80% de la producción nacional.
Según Statista, Argentina exporta unas 200 mil toneladas de limón fresco por año. Uno de cada cuatro van al mercado europeo.
¿Razones ocultas?
Las razones esgrimidas por las autoridades estadounidenses hablan de un tema “sanitario”, aduciendo que supuestamente los limones argentinos no cumplen determinados parámetros. Sin embargo, los envíos periódicos a Japón y la UE lo desmienten, ya que son mercados mucho más celosos respecto de las normas de sanidad internacionales.
La verdadera razón estaría relacionada con la oposición de los productores californianos de limones, que ven afectados sus precios por el ingreso de los importados. De hecho, desde hace más de una década que estos cítricos no pueden entrar a los Estados Unidos porque en 2001, un fallo judicial a favor de productores de California cerró el camino.