-
Las pláticas de despidos y recorte salarial se están llevando a cabo en Condé Nast y Dentsu Aegis Network a escala global
-
Es decir, no han noticias ni información confirmada de cómo las marcas traerán las medidas en Latam, si siquiera es el caso
-
Ambos cambios económicos se dieron a conocer mediante cartas y memos internos de cada compañía
En todo el mundo, las marcas que no han podido operar con cierta normalidad están a punto de enfrentar algunas de las decisiones más difíciles de su historia. Para ninguna empresa, con la posible excepción de aquellas en los problemas financieros más graves, es viable solo pedir la bancarrota. Por otro lado, ante la baja inversión y la caída en el consumo, tampoco pueden continuar con sus negocios como si nada. La única otra opción es hacer recortes de gastos.
De acuerdo con Adweek, el grupo de agencias Dentsu Aegis Network está implementando una estrategia concreta: recorte de salarios. A lo largo de las marcas que conforman su grupo, los colaboradores que ganan más que cierto límite están viendo reducidas sus ganancias. Pero no sería suficiente con estas medidas. Para sobrevivir, el conglomerado está considerando aparte implementar licencias de trabajo sin pago y, en el peor de los casos, incluso realizar despidos.
El medio americano también confirmó que Condé Nast está pensando en poner la misma medida de recorte de salario a lo largo de sus marcas. Se espera que el cambio sea temporal y afecte a quienes ganen más de 100 mil dólares. El corte sería de entre 10 y 20 por ciento, con el mismo CEO de la compañía, Roger Lynch, cediendo el 50 por ciento de su salario. Si bien es una “última opción”, no está por completo fuera de la mesa el considerar algunos despidos.
Un fenómeno global entre las marcas
Si bien podría parecer una cuestión única, ni Dentsu ni Condé son las primeras compañías en tomar estas radicales decisiones. En el mundo de las agencias, IPG Global estaría pensando el despido de colaboradores en algunas de sus marcas. Tanto Coppel como Walmart, dentro de México, están entre las compañías que más han dejado ir personal. También en moda están viviéndose estos complejos fenómenos, particularmente en tiendas de compañías como H&M.
Notas relacionadas
- Una iniciativa de Condé Nast México quiere ayudar a sobrevivir a la COVID-19 (y podría ser una técnica de marketing)
- Dentsu Aegis Network adquirió la agencia colombiana Chef
- Liverpool cierra temporalmente sus tiendas en México y se despide con este spot
Tristemente para los individuos despedidos, se trata de la mejor forma en la que las empresas se pueden proteger a sí mismas ante la crisis que viene. No es posible que las marcas tengan el mismo nivel de producción que antes, solo porque no hay suficiente demanda. Y aunque es técnicamente posible deshacerse de otros elementos, son mucho más caros de liquidar. Tanto equipo como terrenos y procesos son mucho más difíciles de convertir en efectivo disponible.
Caso contrario el de los colaboradores. Las marcas pueden contratar y despedir empleados sin mayor drama. Cuando las cosas mejoren y vuelvan todo a la “normalidad”, no tiene que pasar más de unos días para poder rellenar su plantilla laboral. Esto no podrían hacerlo si se deciden a vender instalaciones, equipo, software y otros elementos. Así que no solo hay que esperar más despidos, sino que su velocidad e impacto sea mucho más alta a corto plazo.
Afectaciones para la imagen
Por supuesto, que sea un evento inevitable no significa que el público se enoje menos con las marcas ante estos despidos masivos. Tanto Alsea como Aeroméxico han reunido duras críticas por la suspensión de empleados sin goce de sueldo. Hay otras empresas que simplemente se decidieron a correr a una fracción considerable de su gente, con las respectivas críticas. En el caso contrario, los negocios que han conservado a su gente a salvo ya ganaron notoriedad.
Más allá de la situación económica actual, los despidos siempre han sido negativos para la imagen de las marcas. De acuerdo con Forbes, para que las compañías no salgan afectadas es crucial apostar por sistemas de protección tanto para los empleados que salen como los que quedan. El HBR asegura que es necesario tener un acercamiento mucho más humano a todo el proceso. Por otro lado, estudios apuntan que el impacto es menor en negocios viejos.