Por Camila González
@camilaglz
Una guitarra. ¿Qué se le viene a la cabeza? A mí, buena música, talento, tranquilidad, cuerdas, práctica y disciplina, admiración. En el caso de los tres comerciales que hoy tenemos de Huellas de la publicidad, la presencia de una guitarra tiene significados diametralmente diferentes: hace música de esperanza, vende un objeto y es metáfora de las cosas buenas de la vida.
Las cuerdas de una guitarra eléctrica y las manos prodigiosas de un chico crean una oda a la vida, a cada nuevo día, en medio de un espacio natural abierto y hermoso. Es un canto de esperanza, palabras que reconfortan, es el anuncio en sí mismo. No necesita nada más, tan sólo la compañía leal y discreta de 7up para calmar la sed. En medio de un espacio tan árido y de tanto calor, ¿no todo puede ser romántico cierto?
Con el lente en la guitarra como objeto, como juguete electrónico o como herramienta para entretener, Ensueño expone los beneficios y las utilidades de su instrumento. Sin embargo, la música que hace la guitarra del spot se oye menos que las palabras en off con el discurso. Extraño. Válido, como todo en publicidad, aunque con sólo mostrarnos los beneficios de una melodía de calidad se dirían muchas cosas, la música puede hablar en voz alta. ¿Están de acuerdo?
Hermosos encuadres de cámara y sonidos que combinan el producto de saber mover las cuerdas de una guitarra con una Budweiser helada que cae con ritmo en un vaso, lo dicen todo. La espuma de la cerveza baila mientras las cuerdas también lo hacen, a su manera. Quizás la cerveza es música al paladar y la guitarra calma la sed de lo cosas lindas. Fenomenal. Todo depende de su imaginación… la mía vuela.