El mismo fenómeno ocurre con la justicia, cuando alguna persona acusa, con o sin pruebas a alguien, a alguna entidad o empresa de algún acto indebido, el juicio está hecho en las redes y ya tenemos un culpable. Pareciera que el ejercicio de la justicia en las redes sociales es más rápido y con miles de “magistrados” dando su opinión. Esto responde a la rapidez de las redes, pero también a las carencias en el sistema de justicia mexicano.
Los linchamientos a través de las redes suman “legitimidad” si van con el respaldo de una publicación en medios de comunicación, eso le ocurrió a la empresa Ingeniería para el Cuidado de la Salud con más de 13 años en el mercado del equipamiento médico; la compañía fue víctima de un conocido “periodicazo”, claro, digital, en el que se le acusa de ser parte de un grupo de compañías proveedoras de equipos de tecnología médica que conspiran para tener el control de las licitaciones en esa especialidad, vía su cercanía con varios funcionarios federales.
Sin duda “alguien” los quiere fuera de la competencia y para ello hace mano de este tipo de estrategias sucias con el objetivo de desprestigiar. Las falsas noticias pueden afectar la reputación de cualquier persona pero la situación puede ir mucho más lejos, en el caso de las empresas podrían terminar con años de esfuerzo y trabajo y con el sustento de muchas familias con lo que eso implica en México, país con tantas dificultades económicas y en medio de una burbuja inflacionaria.
Por supuesto que Ingeniería para el Cuidado de la Salud levantó de inmediato la mano para deslindarse y solicitó réplicas en los medios que casualmente tiene a un mismo editor. La réplica aún no llega, por supuesto.
No cabe duda de que la comunicación digital ocupa gran parte del tiempo de los 102.5 millones de mexicanos que utilizan Internet, según el INEGI. Esta herramienta masiva ha ayudado a localizar personas desaparecidas, a recaudar fondos para causas sociales o personas enfermas, a exigir justicia, hasta encontrar un perrito; sin embargo, cuánto se utiliza con malas intenciones podría incluso matar o cómo en este caso poner en riesgo el esfuerzo de años en una empresa mexicana de calidad.
De acuerdo con la UNAM la información falsa e inexacta está diseñada intencionalmente para causar daño público, aunque esta acción no es nueva, las redes potencializan su efecto. Ante ello, la máxima casa de estudios sugiere consultar a expertos en cada materia y a autoridades en el terreno informativo (no los blogs en los que se difundió la información de Ingeniería para el Cuidado de la Salud) relacionados con los temas que nos interesan, evitar seguir cuentas anónimas, desarrollar habilidades mediáticas y mantenerse al día con los cambios tecnológicos, porque de cierta manera la ausencia de actualización es un obstáculo para hacer frente a las noticias falsas.
