Por Arturo Mora
Twitter: @morawar
Al bien hacer jamás le falta premio
Miguel de Cervantes Saavedra
Hace dos semanas tuve la fortuna de ser invitado al evento Publípolis 3.0 organizado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Como el tema que me tocaba exponer era la producción publicitaria, me pareció adecuado relacionarlo con la creatividad que se utiliza para crear cualquier tipo de ejecución publicitaria y cómo un trabajo que fue cuidado desde el principio puede tener buen resultado.
Y me refiero a un buen resultado cuando existe un trabajo creativo y de producción efectivo, o sea, que tenga resultados positivos y que hayan sido los que se buscaron desde la propia empresa, marca u organización.
Que cumplan con los objetivos que se proponían desde que tomaron la decisión de contratar a esa agencia de publicidad, casa productora, o cualquier otra empresa que haya estado involucrada en la comunicación de su producto o servicio.
Para dar un ejemplo, por decirlo de alguna manera, hacia “lo que no se debe hacer”, señalé lo que en 1997 presentó Nissan como su campaña para uno de sus modelos. Una campaña que fue multipremiada, costó mucho dinero en su producción, pero no tuvo los resultados que esperaba la automotriz. El reconocimiento de la marca subió un 30% pero las personas no visitaban las concesionarias y las ventas no fueron lo que esperaban. Varios premios en las vitrinas, pero sin lograr los objetivos de la empresa. ¡Ah, el modelo que se anunciaba lo descontinuaron al año siguiente! Aquí el spot: