El fabricante del fusil de guerra AK-47 presentó este jueves un vehículo conceptual eléctrico en un evento de armas ruso llamado Army 2018.
La compañía, Kalashnikov, dio a conocer en un comunicado que su CV-1 puede viajar hasta 350 kilómetros con una sola carga de batería y acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en seis segundos. El diseño retro del concepto se basa en un popular hatchback de la era soviética.
Kalashnikov dijo a la agencia de noticias estatal rusa RIA Novosti que el CV-1 le permitiría competir con fabricantes de automóviles eléctricos como Tesla. Aunque no precisó si el automóvil dejará de ser un concept para entrar en producción, o no. Tampoco dio detalles del precio.
Mientras que Kalashnikov ya fabrica algunos vehículos militares, los especialistas son escépticos respecto de sus posibilidades de producir un automóvil eléctrico exitoso.
Tim Urquhart, analista principal de la firma de investigación de mercado IHS Automotive, dijo a CNN Money que el diseño del CV-1 es ” valiente” y que “sólo podría atraer a un número muy limitado de compradores”.
The maker of the AK-47 is entering the electric car market https://t.co/JjbLcXfrDB pic.twitter.com/GjTJts8ejR
— Bloomberg Markets (@markets) 24 de agosto de 2018
Se espera que el mercado de los automóviles eléctricos aumente durante las próximas décadas, y varias compañías buscan suplantar a los fabricantes de automóviles convencionales. Un ejemplo es Dyson, que está invirtiendo en vehículos eléctricos.
Kalashnikov enfrentará otros obstáculos en Rusia, donde el mercado de vehículos eléctricos es muy pequeño. Uno de los principales problemas es que el combustible convencional a base de petróleo es barato en el país de Vladimir Putin y su gobierno no ofrece subsidios a los automóviles eléctricos, como ocurre en otras partes del mundo.
“De mostrar un concept a poder ofrecerlo y producirlo con éxito hay una gran distancia”, según Christian Stadler, profesor de gestión estratégica en Warwick Business School, en el Reino Unido. “No creo que la empresa tenga la tecnología ni el dinero que se necesitan para que esto sea un éxito”.
Desde que ha decaído la venta de armas de Kalashnikov, la compañía rusa está intentando nuevas posibilidades de mercado. El problema es un estrangulamiento internacional derivado del bloqueo que sufre tras el conflicto en Crimea.
Entre las acciones, Kalashnikov abrió, por ejemplo, una tienda de recuerdos en Moscú.