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AirTag fue lanzado en abril de 2021.
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El dispositivo opera gracias a la función de Find My.
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Find My tiene cerca de 1.8 millones de usuarios activos.
En la actualidad ha crecido el uso de dispositivos de rastreo, esto como una medida de precaución para el resguardo de bienes materiales e incluso mascotas, es por ello que diversas empresas han desarrollado dispositivos que permitan de manera discreta y oportuna mantener vigilancia sobre aquello que se quiera saber su ubicación, tal es el caso de Apple y sus AirTag.
Lanzado en abril de 2021, AirTag es un dispositivo de rastreo desarrollado por Apple que ayuda a sus usuarios a monitorear sus pertenencias personales. El dispositivo utiliza la red Find My, una aplicación que, a través de las cuentas de iCloud, permite a los usuarios rastrear dispositivos Apple, artículos de terceros y accesorios, además de permitir que las personas compartan su ubicación GPS. Trabajando dentro de la red Find My, que se estima que cuenta con 1.8 millones de usuarios activos, las AirTags informan de forma anónima las señales de Bluetooth emitidas desde los dispositivos Apple.
Además, la compañía fundada por Steve Jobs agregó chips U1 a esta herramienta para que los usuarios pudieran usar la función llamada “Búsqueda de precisión”, que utiliza tecnología de banda ultraancha, y ver la ubicación exacta de los dispositivos de rastreo, tanto en interiores como en exteriores.
Aerolínea pierde su maleta y AirTag la recupera
Una de las principales problemáticas que los usuarios de los aeropuertos tienen es que las aerolíneas pierden sus equipajes, lo que ocasiona cientos de quejas. Sin embargo, con la ayuda de la tecnología ahora es posible localizar tus pertenencias, tal como ocurrió con una joven que pudo hallar su maleta gracias a su AirTag.
Sandra Shuster y su hija Ruby regresaban de Baltimore con escalar a Chicago el pasado 17 de julio, cuando su equipaje se perdió. Cuando llegaron a Denver después de medianoche, la maleta no estaba en la banda. Los representantes de United -la aerolínea donde viajaban- en esa ciudad les dieron un número para el caso de su maleta y les dijeron que llegaría en el vuelo de las 8:30 a.m. procedente de Chicago en unas horas. Cuando el equipaje no llegó, Shuster llamó al número de teléfono gratuito para equipajes perdidos que le habían dado.
A decir de la afectada, la empresa le señaló que su maleta llegaría en uno de los dos vuelos, pero nunca la recibió, por lo que se comunicó y le dijeron que su maleta continuaba en Baltimore. No obstante, Sandra sabía que era mentira, pues tres meses antes compró un AirTag para vigilar la ubicación de la maleta de su hija que llevaba cosas importantes, además del aumento de casos de equipajes perdidos.
Gracias al dispositivo pudo averiguar que el equipaje se encontraba en O’Hare, Chicago: “Les dije que lo estaba viendo en la entrega de equipajes de la Terminal 1 de Chicago, y me dijeron ‘No tenemos constancia de ello’. Les pedí que llamaran a Chicago y me respondieron: ‘No, no podemos’. Dijeron que pondrían notas en el sistema y que el equipo de equipajes se encargaría”.
Además de eso, la mujer tuvo que enfrentarse a errores propios de los trabajadores, uno de ellos le dijo que no tenían idea de dónde estaba su maleta, otro le dio mal el número de reclamación, pese a que coincidía con el de la etiqueta de su maleta, el agente de registró se equivocó de etiqueta, pues correspondía a otro pasajer que se dirigía de Baltimore a Chicago. Eso significaba que la maleta fue retirada del avión en O’Hare y enviada directamente a la banda para recoger equipaje, en lugar de ser embarcada en el vuelo de Denver.
Ante la poca ayuda que recibió Sandra tomó la decisión de comprar un vuelo a Chicago y recuperar personalmente el equipaje que guardaba un equipo de más de mil 800 euros. Cuando recogió la maleta de la banda, los empleados se delimitaron a decir que no sabían qué había ocurrido.
Por lo anterior queda claro que los AirTag han logrado cumplir lo que prometen, incluso son utilizados con fines periodísticos, tal como lo hizo Pamela Cerdeira, quien en su canal de YouTube publicó su reportaje, que consistió en colocar los rastreadores de Apple en una bolsa de arroz y en un paquete de papel higiénico, los cuales donó en el centro de acopio instalado por el gobierno capitalino en el Zócalo con el fin de que fueran enviados para ayudar a las víctimas en Turquía, pero estos nunca llegaron a su destino y en cambio descubrió que el producto se encontraba listo para su reventa.
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