Se habla mucho del Bitcoin y su crecimiento meteórico durante 2017, pero existen cientos de monedas virtuales y cuando alguna incrementa su valor se convierte en la criptomoneda de moda. Ahora tocó el turno al Ripple.
Ripple nació como un protocolo para realizar pagos seguros en internet y durante 2012 mutó a algo llamado Ripple Transacción Protocolo (RTXP) con la intención de intercambiar distintos tipos de monedas tradicionales. La compañía también creó su criptomoneda, de nombre XRP.
En noviembre de 2013, Ripple tenía un valor de 0.006 dólares. Días atrás se posicionó en 2.25 dólares por unidad, lo que representa uno de los crecimiento más grandes.
Además, consiguió una capitalización en el mercado de 91 mil millones de dólares, quitándole el segundo puesto a Ethereum en el segmento de las monedas virtuales.
El mercado de las criptomonedas cobró relevancia durante 2017 y ha demostrado ser un ecosistema altamente especulativo que puede verse impactado por decisiones de autoridades gubernamentales, aun y cuando estas no pueden regularlas.
El asunto ha cobrado tanto interés que algunos países, como Venezuela, anunciaron que crearán sus propias monedas virtuales.
El crecimiento del Bitcoin también ha generado efectos secundarios y no todos son positivos. De acuerdo con un reporte de The Independent, tan solo en los primeros ocho meses del año se infectaron con malware más computadoras que durante todo 2016, esto con el fin de robar monedas virtuales o poner a otros a minarlas.