-
Israel ha sido el líder global de vacunación contra la COVID-19, con la dosis de Pfizer en el primer lugar de preferencia
-
Algunas autoridades están revisando si la tecnología de mRNA, que también usa Moderna, sería responsable de la miocarditis
-
Este enfoque también se usó en el análisis de los casos de coágulos sanguíneos de AstraZeneca y Johnson & Johnson
Aunque varias autoridades llevan investigando ciertos fenómenos de salud ligados a la vacuna de Pfizer por varias semanas, Israel es la única que ha dado un paso adelante. De acuerdo con Reuters, el Ministerio de Salud del país aseguró que los casos de miocarditis que ha registrado en varios pacientes están potencialmente ligados a su vacuna anti-COVID. En varias partes del mundo se han observado casos de inflamación del corazón, en especial en hombres jóvenes.
Solo en Israel, se detectado 275 casos de miocarditis en más de cinco millones de personas vacunadas entre diciembre de 2020 y mayo de 2021. Un estudio del Ministerio israelí concluyó que hay un enlace probable entre la fórmula de Pfizer y estos efectos, algo que la farmacéutica dice que no ha observado. Otras instituciones, como los Centros de Control de Enfermedades americanos (CDC) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) también estudian el evento.
En términos generales, ni Pfizer ni la CDC han encontrado una incidencia mayor de miocarditis a la que se podría esperar en un grupo de control. Sin embargo, sí se han emitido anuncios a los especialistas del salud de vigilar este posible efecto secundario entre hombres jóvenes, en especial de 16 a 19 años. A pesar de los descubrimientos del estudio, Israel ha decidido iniciar la vacunación del público de 12 a 15 años, pues “los beneficios superan los posibles riesgos”.
¿Problemas de reputación para Pfizer?
Hasta ahora, la fórmula desarrollada junto con BioNTech había sido reconocida a escala global como una de las más eficientes para lidiar con la COVID-19. De acuerdo con Quartz, en lo que se refiere a reputación, la fórmula de Pfizer era la que mejor reputación tenía entre el público, en gran parte por su eficiencia superior a otras opciones del mercado. Su branding incluso es más fuerte que el de Moderna, que tiene una vacuna muy similar en composición y efectividad.
Notas relacionadas
COVID-19: Tailandia está usando perritos para olfatear y detectar casos de infección en el país
Incluso en lo que se refería a efectos secundarios leves y comunes, como dolor de cabeza y fatiga, la fórmula de Pfizer estaba muy bien parada. Un estudio retomado por HealthDay dice que solo 13.5 por ciento de la población que recibiera esta vacuna, aproximadamente una de cada siete personas, sufría estos fenómenos. La posible incidencia de miocarditis, incluso si aún no está confirmada y, aún si lo estuviera, es notablemente baja, podría afectar esta racha.
Y hay que considerar que Pfizer y BioNTech están listos para extender el alcance de su vacuna en Estados Unidos (EEUU). De acuerdo con el New York Times, los laboratorios están tratando de conseguir una aprobación plena y en forma de la FDA para su vacuna, en lugar de limitarse a un uso de emergencia. Lo anterior podría incrementar la distribución de las dosis, así como el número neto de casos de este efecto secundario. Así que podría venirse una tormenta.
Efectos secundarios y vacunas
Aunque ninguna de las dosis en circulación tiene efectos secundarios suficientemente graves y comunes como para justificar que se dejen de distribuir, no ha impedido que cunda el pánico. Y en la mayor parte de los casos, no ha sido la fórmula de Pfizer la que ha creado este miedo. Por ejemplo, recién en abril pasado que las autoridades de EEUU pidieron suspender el uso de la vacuna de Johnson & Johnson por la incidencia de coágulos sanguíneos entre pacientes.
Mucho de este pánico ha sido culpa de los medios. Muchas páginas y artículos han retomado casos extraordinarios ligados a la vacuna, aprovechando el sensacionalismo para atraer la atención de los consumidores. Y, en el camino, han alimentado la paranoia del público. Pero es importante recordar que las fórmulas de Pfizer y sus rivales son seguras. No solo eso, sino que la administración de las vacunas permitirá salvar más vidas que dejar que el virus siga suelto.
