Durante los últimos días, una de las noticias que ha conseguido acaparar la atención de medios y audiencias es el video de denuncia que ganó popularidad en redes sociales en el que un cliente acusa a una cajera de Santander de ser complice de un robo del que fue víctima. La historia se repite con BBVA y el video un diputado.
Nuevo caso de presunta complicidad
Desde sus redes sociales, el diputado de Morena en la Ciudad de México, Emmanuel Vargas publicó un video en el que señaló a un cajero de BBVA de estar coludido con los delincuentes que, después de realizar un retiro en una sucursal del mencionado banco, lo asaltaron en la alcaldía Azcapotzalco.
De acuerdo con la narración del video, que ya cuenta con más de 20.9 mil reproducciones desde Twitter, los hechos ocurrieron en la sucursal de BBVA ubicada en TownCenter del Rosario, en donde después de salir de las mencionadas instalaciones, el diputado fue interceptado por una motocicleta para ser asaltado por la cantidad exacta que habría retirado de su cuenta minutos después.
Este último detalle fue lo que llevó a Vargas a emitir una denuncia de complicidad para el cajero de la institución bancaria, situación que recuerda el caso reciente de Santander en Boca del Río Veracruz.
Este tipo que seguro está coludido les dio aviso a las ratas para que me quitaran el dinero que retire en la caja me pidieron exactamente lo que retire. #TownCenter #Azcapotzalco agradezco a los oficiales que me brindaron el apoyo. pic.twitter.com/ekcZV9DsJz
— Emmanuel Vargas Bernal (@Emmanuel_CDMX) January 13, 2020
Entre demandas y contrademandas
El jueves pasado, una persona que se autoidentificó como cliente de Santander publicó en redes sociales un video en el que asegura haber sido víctima de un robo por 76 mil pesos después de haber salido de la sucursal conocida como “Las Palmas”. En el material, el autor asegura que empleadas del banco (en particular la cajera que lo atendió) fue presunta complice del asaltante al entregar información sobre el retiro efectuado.
El hecho llegó hasta la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) institución que un primer reporte, según reportaron medios locales y nacionales, habría encontrado cierto parentesco entre una de las cajeras y uno de los asaltantes vinculado al caso.
En paralelo, Santander emitió un comunicado de prensa en el que aseguró que esta información era falsa y que ya trabajaba con las autoridades correspondientes para esclarecer lo ocurrido en el menor tiempo posible.
La última información sobre el caso, habla sobre una contrademanda interpuesta por la cajera acusada en un principio, misma que ahora presentó una denuncia penal sobre el cliente denunciante por amenazas y violación a la privacidad.
¿Salvación para la banca?
Si bien en ambos casos no se han deslindado o asumido responsabilidades de manera oficial, lo cierto es que ambos casos ponen sobre la mesa el complejo y mal momento que atraviesan los bancos cuando son entendidos como marcas.
Para nadie es un secreto que dentro de este sector el valor de seguridad es fundamental cuando se habla sobre la construcción de branding y reputación de las empresas que se desempañan en dicho ramo.
No obstante, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2019, el 82.4 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros al acudir a cajeros automáticos, mientras que el 72.6 por ciento de los mismos tienen temor al ir a sucursales bancarias en el país.
A esto se suma la clara oportunidad que estas instituciones tienen para comunicar a sus clientes el respeto y seguridad que debería de ser intrínseco a su servicio y, más aún, el compromiso de sus empleados por entregar un servicio al cliente de calidad y bajo todas las normas de confidencialidad.
En este sentido, la banca en términos generales tiene muchas brechas por cerrar y quizá una evangelización mejor orientada y más rápida para optimizar el uso de sus servicios digitales sea una solución que dará a sus clientes mayor control sobre sus transferencias eliminando intermediarios.