He escrito en esta columna sobre la importancia de cuidar, como profesionales de mercadotecnia y publicidad que somos, a los niños, el segmento más vulnerable a la exposición de anuncios debido a su ingenuidad. Ahora lo hago de nuevo porque estamos en la época navideña en la que las marcas llaman su atención por todos los medios, especialmente a través de la televisión.
Un niño no tiene la capacidad de elegir entre lo que le conviene y lo que no, la emoción de tener algo que se le antoja, que desea, es muy poderosa y esto hace que lo que vio en la tele se refleje en su carta a Santa Claus y/o a los Reyes. Es obvia la necesidad de vender de las empresas que hacen juguetes, video juegos, las que ofrecen destinos turísticos, por poner unos ejemplos, sin embargo es imperativo para los padres dedicarle tiempo a ver la televisión con ellos para explicarles el porqué de este bombardeo de publicidad, con la idea de estimular su capacidad crítica y una visión constructiva del mundo.
Si trabajas para una marca dirigida a los niños o tienes una, te sugiero 5 direcciones en las que puedes orientar tu publicidad:
En muchas ocasiones, la comunicación de algunas marcas enfatizan la frustración e inseguridad que el niño puede experimentar al no tener un producto. Atacan su punto de dolor, mismo que todos tenemos y en ellos suele ser más fuerte, más “doloroso”.
1. Dirígela a estimular las fortalezas de los pequeños consumidores y no las debilidades propias de su etapa.
2. Respeta al niño, no le presentes una realidad inalcanzable a través del consumo de tu marca. Ofrece una visión realista de la satisfacción que puede proporcionar tu producto.
3. Procura que tu marca vaya más allá de una comunicación netamente comercial, que estimule las fortalezas de los niños y no las debilidades lógicas de su edad. Este segmento tiene muchas virtudes en las que tu marca puede enfocar su comunicación publicitaria para favorecer su crecimiento personal.
4. Permite que los pequeños formen su propia opinión, pues además de ser otra forma de influir, es una manera positiva de persuadirlos. Esta forma de comunicar estimula su independencia en la comprensión simbólica de la realidad que los rodea.
5. Todavía mejor, si puedes invitar a los niños a luchar por lo que quieren, hazlo. Darles confianza de que pueden lograr las cosas que se imaginan reforzará su seguridad personal.
Cuida a las palabras y ellas cuidarán de los niños.
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Hasta el próximo miércoles.
Fe de erratas: ¡Ups!, en la columna del miércoles pasado escribí –escases- y debió decir: escasez.