Hace algunos días, una columna en un diario local indicaba que Aeroméxico habría solicitado protección por bancarrota en Estados Unidos, ante la crisis en la industria de aérea que habría dejado la emergencia sanitaria del Covid-19.
A las pocas horas de que fuera difundida esta información, la marca desmintió la búsqueda de su declaración de bancarrota en Estados Unidos.
“La compañía informa que no inició, ni ha tomado la decisión de iniciar, un procedimiento de reestructura bajo el Capítulo 11”, refirió en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
Financiamiento necesario
Lo cierto es que la marca está tomando medidas para salir de esta crisis que, cuando menos en el sector de la aviación comercial, ya ha cobrado la estabilidad de varias marcas.
De esta manera, la tarde de este lunes, Aeroméxico indicó que llegó a un acuerdo con la canadiense Aimia para obtener un acuerdo financiero de 100 millones de dólares.
Con este movimiento se llegó al acuerdo de extender por 20 años, hasta 2050, el plazo del acuerdo comercia entre Aeroméxico y PLM, una empresa conjunta operadora del programa de lealtad Club Premier.
De esta manera, de acuerdo con lo dicho por Aeroméxico en un comunicado, en días pasados se cerro un prestamos de 50 millones de dólares de PML a la aerolínea “bajo la línea de crédito intercompañías existente” y este lunes se realizó “un adelanto adicional” de la misma cantidad “a través de compras anticipadas de boletos premio”.
Además, ambas partes decidieron entregar a Aeroméxico una opción de compra de 48.9 por ciento de la participación de Aimia en PLM a un precio mínimo de 400 millones de dólares en un plazo de 7 años.
Entre rescates y bancarrota
El anuncio de la aerolínea mexicana llega en un momento en el que el sector, en términos generales se ha caracterizado por cierres, rescates y declaraciones de bancarrota.
La semana pasada KML filial de la empresa Air France-KLM desde finales de 2003, informó que será rescatada por el gobierno de Holanda con una suma que se cuenta en miles de millones de dólares.
Este rescate llega luego de que Lufthansa, considerara como la línea aérea más grande de Alemania, anunciara que ahora tiene como principal accionista al gobierno de aquel país, lo que modificará de manera natural e irreparable la dinámica de dicho mercado en aquella nación.
Los números no mienten. La baja y en algunos casos nula afluencia de personas en ciertos aeropuertos será elemento para que la mayoría de las marcas de aerolíneas pierdan el 20 por ciento de su valor luego de la pandemia.
Así lo revela el último reporte entregado por Brand Finance, mismo que explica que el sector de la aviación se verá especialmente golpeado por el coronavirus.
“La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha dicho que la mayoría de los transportistas quebrarán dentro de dos meses como resultado del cierre de las fronteras por los gobiernos para contener el brote de coronavirus. Una gran cantidad de líneas aéreas importantes han desembarcado a la mayoría de sus flotas y han anunciado planes para despedir a miles de empleados, ya que ahora enfrentan una crisis como nunca se había visto en la industria aérea”, detalla el documento.
En esta misma línea, un reporte reciente de Cicotur Anahuac, indica que se espera una baja de ingresos por 172.9 mil millones de pesos dentro de esta industria. El documento presenta dos posibles escenarios para la industria del turismo:
“En un escenario en el que se cancele el 75 por ciento de los viajes domésticos y el 80 por ciento de los que tienen destino a México, la reducción del consumo turístico interior y receptivo sería de 239.2 mil millones de pesos; en un escenario más conservador de la afectación – cancelación del 50 por ciento de los viajes domésticos y el 80 por ciento de los que tienen destino a México– la afectación sería de 172.9 mil millones de peso. En caso de que se diera el peor escenario –una reducción del consumo turístico de casi 240 mil millones de pesos–, vale la pena, destacar que esta cifra es 25 por ciento más que lo que costaría la refinería Dos Bocas, 1.7 veces la inversión prevista para el tren maya, el 84 por ciento del saldo positivo de la Balanza Turística en 2019, un poco más que todo el presupuesto del Sector Salud en 2020, casi la mitad de las exportaciones petroleras en 2019, 47 veces el presupuesto del Sector Turismo federal y equivale a 12.3 puntos del PIB turístico”.