Una de las industrias que mayores cambio vivirá una vez pasada la pandemia, sin duda será el de las aerolíneas comerciales. Firmas como Aeroméxico, Volaris, Delta o KML han anunciado modificaciones a sus protocolos de vuelo y atención al cliente que harán que volar en avión nunca vuela a ser lo mismo.
El fenómeno responde a la necesidad de estas firmas por adaptarse con la mayor velocidad y precisión a las exigencias del mercado pos-coronavirus, con la firma intención de no perder más de lo que ya ha cobrado la estabilidad de muchas empresas.
Del cielo al suelo
Recordemos según un reporte entregado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), indica que el brote de COVID-19 obligará a las aerolíneas a reembolsar a sus clientes hasta 35 mil millones de dólares por boletos.
La cifra es casi la misma que en meses pasados la asociación presentó como el total de ganancias para la industria durante 2019: 35 mil 500 millones de dólares.
Los números no mienten. La baja y en algunos casos nula afluencia de personas en ciertos aeropuertos será elemento para que la mayoría de las marcas de aerolíneas pierdan el 20 por ciento de su valor luego de la pandemia.
Así lo revela el último reporte entregado por Brand Finance, mismo que explica que el sector de la aviación se verá especialmente golpeado por el coronavirus.
En esta misma línea, un reporte reciente de Cicotur Anahuac, indica que se espera una baja de ingresos por 172.9 mil millones de pesos dentro de esta industria en el país.
Capitalizar el momento de reactivación de operaciones será fundamental para hacer frente al complejo escenario que pintan estos números.
Por un lado, las marcas del sector deberán de encontrar un equilibrio entre seguir las nuevas medidas de sanidad recomendadas y continuar ofreciendo un servicio al cliente satisfactorio.
Con esto en mente es posible que un juego de restricciones contra compensación modifique la operación de muchas empresas al interior, situación que terminará por poner sobre la mesa nuevas donadoras para relacionarse con los clientes.
Nuevas reglas para boletos
Un ejemplo de esto, son las nuevas reglas anunciadas por Aeroméxico, firma que ha modificado sus políticas de flexibilidad para entregar mayores beneficios los pasajeros en función de las condiciones actuales que premian en el mercado.
A decir de un comunicado de prensa emitido hoy por la marca, para los boletos adquiridos a parir del 1 de julio, cuando los clientes decidan modificar sus planes de viaje estas nuevas reglas les permitirán:
- Realizar un cambio de fecha y/o ruta sin cargo adicional, cuando el boleto original haya sido adquirido en tarifas Clásica, AM Plus, Flexible o Premier / Confort
- Si el cliente decide no volar, puede solicitar la emisión de un voucher electrónico (Electronic Miscellaneous Document EMD), con el que se reembolsa el costo del boleto, más un 15 por ciento adicional aplicado sobre la tarifa antes de impuestos y otros cargos.
- El voucher o EMD tendrá vigencia de un año a partir de la fecha de emisión y puede ser utilizado para viajar a cualquier destino con Aeroméxico.
- En caso de que un vuelo haya sido cancelado, el cliente puede elegir entre la emisión de un EMD con el costo de su boleto, más un 15 por ciento aplicado sobre la tarifa antes de impuestos y otros cargos. También se puede realizar una nueva reserva sin cargo por el primer cambio y sin importar la tarifa del boleto original.
- Si la nueva tarifa es más alta, se condonará también la diferencia tarifaria cuando el cliente seleccione un nuevo vuelo dentro de los siguientes 14 días de su viaje inicial.
- En caso de cancelación por restricciones gubernamentales, el cliente podrá gozar de este beneficio si vuela dentro de los 30 días posteriores a que se hayan eliminado las restricciones.
Con estas posibilidades y sumado a diversos paquetes promocionales, la marca busca recuperarse de un momento que la ha llevado a declares en bancarrota en Estados Unidos.
La apuesta no es mala si consideramos que la medidas consideran la nueva realidad de sus clientes. Sólo el tiempo irá si estos esfuerzos son suficientes para superar el mal trago que Aeroméxico comparte con el resto de las aerolíneas que conforman el sector.