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En estimaciones de Reino Unido, cada infectado de la variante británica de la COVID-19 enfermará a entre ocho y 10 personas más
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Asimismo, en el país europeo se estima que uno de cada 55 individuos tiene un cuadro de la enfermedad activo
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La administración de Londres sostiene el título como la quinta nación con más muertes en todo el mundo, con cerca de 100 mil fallecidos
Hace solo unos minutos se informó que la variante de la COVID-19 en Sudáfrica podría ser más resistente a tratamientos basados en anticuerpos, incluida la vacuna. Ahora, de acuerdo con Reuters, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha compartido que la mutación del patógeno que ataca a su país podría ser más mortal que la “original”. Lo anterior se suma a su superior tasa de contagio, que os especialistas británicos estiman es 50 por ciento superior.
Johnson compartió esta información durante una reunión con la prensa. Específicamente, señaló que “hay evidencia” de que la versión de COVID-19 que originalmente se descubrió al sur de Londres “estaría asociada a na tasa superior de mortalidad”. No se dio un porcentaje específico sobre qué tan más peligrosa es esta versión del patógeno con respecto a la original. Sin embargo, el mandatario recalcó que no todo son malas noticias en este descubrimiento.
Esta mutación de la COVID-19, aunque más mortal que la original, parece ser todavía igual de susceptible a las vacunas disponibles. A pesar de sus esfuerzos de contención del virus, y el hecho que las infecciones parecen estarse reduciendo en un cuatro por ciento diario gracias a las medidas, aún hay temores. El mismo Ministerio de Salud británico dijo que el avance de la pandemia sigue “peligrosamente alto y debemos seguir vigilantes” para controlar al patógeno.
Los otros problemas de la COVID-19
Que exista una mutación del virus más mortal que la versión original es preocupante. Pero aún sin este descubrimiento, ya había mucho en el plato de las naciones en torno a la pandemia. En datos del Wall Street Journal, en muchas zonas aún ni siquiera hay un adecuado operativo para hacer pruebas de COVID-19 a la población. Algo que agentes al estilo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran indispensables para poner bajo control la pandemia.
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Y hablando de las Naciones Unidas, el órgano internacional está enfrentando muchos dolores de cabeza para asegurar un suministro de vacunas para países de bajos recursos. De acuerdo con VOA, la OMS ya advirtió que las naciones más ricas están acaparando todas las dosis que hay para su población. Esto llevaría a un costo humano global significativo en el futuro, mucho más alto que si todo el mundo aceptara una distribución equitativa entre todas las naciones.
A eso se debe sumar las dudas que tienen muchos individuos ante las vacunas. De acuerdo con The Conversation, incluso entre profesionales de la salud hay muchas personas que se rehúsan a recibir las dosis que necesitan. Lo anterior no solo pone en riesgo su vida. Además hace más probable que la COVID-19 se siga expandiendo entre la población. Y por lo tanto, poniendo en riesgo la integridad de otros, a la vez que sube la posibilidad de otra mutación.
¿Cómo es la situación en México?
El descubrimiento que la variante de Reino Unido es más mortal que la versión original de la COVID-19 podría ser preocupante para México. Esto, porque ya hay amplias pruebas que la mutación británica de hecho ya está presente en el país. A pesar de esta realidad, aún hay muchos negocios e individuos que no han seguido las restricciones sanitarias del Gobierno. Y la misma administración federal aún se rehúsa a implementar estas indicaciones por la fuerza.
A eso se debe de sumar otros problemas de tipo social que se han mezclado con el tema de la COVID-19 en México. Por ejemplo, hace poco Pfizer advirtió que no está vendiendo a privados sus vacunas contra el virus. Esto, porque varios agentes maliciosos se están haciendo pasar por la marca en redes sociales y páginas web para estafar a los pacientes. No solo eso, sino que también podría ponerlos en peligro al darles una sustancia potencialmente dañina.