• Según la ANPEC, el pollo ha sido el cárnico que más se ha visto afectado por la inflación en México, con un alza de más del 30 por ciento

• Las condiciones climáticas también afectaron las cosechas de maíz, algo que ha provocado un aumento en el costo de la tortilla en 10 por ciento

• En este contexto, la Alianza reconoce que agentes como Banco de México se han tomado con seriedad esta amenaza, con un alza a la tasa de interés

No es una ilusión: Los costos de alimentos, combustibles y energía eléctrica se ha disparado de forma significativa desde hace un año. Al menos eso dice la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) a través de un comunicado. La organización afirma que en los últimos meses incrementaron notablemente los precios de muchos insumos básicos. No solo eso, sino que observa una tormenta perfecta que podría empobrecer más a muchas familias en México.

En los sondeos de la ANPEC, las gasolinas han aumentado 22 por ciento en precio desde hace un año. En el caso de la electricidad, la tasa es de 12 por ciento; mientras que para el gas LP es de 30 por ciento. Frutas y legumbres, así como cárnicos, también se dispararon en doble dígito porcentual. En concreto, un 30 y 20 por ciento respectivamente. Según el líder de la Alianza, Cuauhtémoc Rivera, esto confirma las cifras de inflación reveladas por el INEGI.

La institución calculó que la tasa subyacente fue de 6.02 por ciento, mientras que la no subyacente se elevó a 10.61 por ciento. No solo eso, sino que Rivera espera un panorama más oscuro en el futuro. Observa factores como “el elevado costo energético, prohibiciones comerciales, restricciones y factores climáticos, sumado a la ultrademanda de alimentos”. Esta mezcla, dice, es el “coctel perfecto” para un segundo semestre de gran inflación en México.

Precios elevados: ¿Consecuencia inevitable del mundo post-pandemia?

Vale la pena destacar que las cifras de las que habla la ANPEC no son exclusivas del país. En todo el mundo, muchos expertos y familias están viendo una inflación más agresiva de la que se ha presentado en años. Para algunos expertos, las causas son claras. BIV apunta que la disrupción de la pandemia obligó a muchas empresas a reducir el tamaño de sus operaciones. Ahora que la demanda se recuperó, la oferta ya no está a la altura, impulsando los precios.

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En este sentido, algunos agentes creen que la inflación será un fenómeno pasajero, y que no hay mayor preocupación para el mundo post-pandemia. De acuerdo con Deloitte, es posible que se vean picos de precios en lo que la oferta se recupera y puede estar a la altura de las expectativas de la demanda. Sin embargo, no ve razón para que este cambio sea permanente. Eventualmente las marcas se recuperarán, y sus precios pronto volverán a los niveles usuales.

Pero como apunta el Washington Post, el riesgo bien podría depender de la situación de cada país ante la COVID-19. Estados Unidos (EEUU), por ejemplo, está volviendo a la normalidad más rápido de lo que muchos esperan, lo que podría significar un nivel de inflación que no sea pasajero. En países donde la recuperación económica sea más lenta, como México, deberían tener más tiempo para empatar oferta y demanda, reduciendo el periodo de precios elevados.

Lecciones del pasado y el presente para la inflación de México

Sin embargo, las advertencias de la ANPEC no dejan de ser preocupantes, por lo que sería necesario que se desarrollen estrategias preventivas. Y hay muchos ejemplos y estimados de cómo se podría comportar la inflación y la economía que México puede tomar como marco de referencia. Por ejemplo, Reuters examinó cuatro escenarios de cómo podría recuperarse la actividad comercial. Y uno de ellos es precisamente un alza súbita y agresiva de los precios.

Un ejemplo menos teórico y más claro de cómo la inflación podría convertirse en un problema es China. Desde hace semanas se encontró un alza histórica en los precios mayoristas de insumos dentro del país asiático. Lo anterior no solo sería un problema para las empresas y los consumidores locales, que se enfrentarían a una cadena de suministro menos asequible. A la vez, podría “infectar” a otras economías a raíz del rol que tiene Pekín en la economía global.