Uno de los mercados más atractivos para los consumidores, y por tanto para las compañías, es la realidad virtual, que ha llegado a acaparar las experiencias en diversas industrias, como en el entretenimiento, por medio de los videojuegos o en los parques de diversión.
Datos proyectados por Statista revelan que en 2017 continuará el acelerado crecimiento que ha tenido la realidad virtual en los últimos años, llegando a 58 millones de usuarios de VR que forman parte de la gente que tiene contacto con ella sin ser un experto en el tema, mientras que los usuarios un tanto más inmersos en ese mundo, llegarán a de 23 millones.
La realidad virtual se ha convertido en una herramienta importante en las campañas, pero Mayank Mehta, del Centro de Físicas biológicas de la Universidad de Ucla, ha puesto un tema interesante en la mesa.
Al estudiar los efectos de la VR en el cerebro de ratas, se dio cuenta de que durante una sesión de realidad virtual, el 60 por ciento de las neuronas del hipocampo que están activas en el mundo real se apagan.
Es decir, afecta al cerebro, no se sabe si negativamente, pero sí que ejerce un efecto al reescribir su funcionamiento potenciando unas conexiones y debilitando otras.
Sin embargo, es importante recordar que cuando se introdujo la televisión a la vida diaria de las personas, también se temía por que afectara el cerebro.
Lo cierto es que aún es pronto para llegar a una conclusión exacta sobre las posibles afectaciones.