-
Mujer descubre que su ligue ha engañado a más de cuatro mujeres en la web.
-
Encuentra ubicación del estafador y lo obliga a revelar su verdadera identidad.
-
Historias dejan en shock a yucatecas con daños psicológicos y financieros.
-
Advierten que la cuenta del “Estafador de Tinder mexicano” sigue activa.
Aunque las aplicaciones de citas ayudan a los solteros a relacionarse social y románticamente, conociendo a personas de todo el mundo y agrandando sus círculos de interés, muchos usan este refugio digital para aprovecharse de la vulnerabilidad emocional de los usuarios, como lo ha revelado Netflix en el “Estafador de Tinder”.
Este documental es uno de los más vistos en la plataforma de streaming en México, pues narra la historia de Simon Leviev y su método para engañar a mujeres de Tinder para robarles grandes sumas de dinero al afianzar su confianza y “bombardearlas de amor”.
Sin embargo, los fraudes por enamoramiento en este tipo de aplicaciones móviles no son nuevos y, tras el impacto mediático que generó el film de Netflix, muchos otros casos han surgido en redes sociales, tal es el caso del “Estafador de Tinder mexicano”.
Bueno, después de ver #thetinderswindler, y como ya pasaron casi dos años, creo que ya puedo hablar de cómo fui catfisheada (estafada) por un tal Guillermo Ortega (ojo, si digo su nombre es porque quiero evitar más víctimas de las que ya hay). Abro hilo:
— Sofia Abraham (@SofiaAbrahamT) February 8, 2022
El “Estafador Tinder mexicano”
Todo sucede en Mérida, Yucatán, hace dos años, donde un usuario de Tinder llamado Guillermo Ortega intentó estafar a una joven llamada Sofía Abraham.
El relato es contado por la misma víctima, quien se inspiró en el film de Netflix para evitar que más mujeres cayeran en las mentiras del supuesto hombre.
De acuerdo con el hilo, Guillermo se ostentaba como doctor en su perfil de citas y tenía fotos de mala calidad de alguien a quien, más adelante comprobarían, le habría robado la identidad.
Sofía Abraham hizo match con él en 2018 y, tras semanas de hablar con mucha frecuencia a través de WhastApp, la mujer evadió decenas de “banderas rojas”, como el que no le enviara fotografías, que se mostrara como depresivo y con tendencias suicidas, que su número siempre apareciera como “desconocido” o que, al hablar por teléfono, su voz siempre sonara distorsionada con la excusa de que el micrófono de su celular no funcionaba porque “se había mojado”.
“Yo quería que nos viéramos en persona para saber que existía, porque algo no cuadraba al 100. Me decía que como vive con su mamá le daba miedo el Covid, y en ese punto de la pandemia yo estaba igual y entendí”, cuenta la joven.
Pese a su intuición, Sofía creyó el “bombardeo de amor” que el supuesto hombre le aplicaba con conversaciones 24/7, “te quieros”, “me gustas” y muchos actos de celos.
El primer punto de quiebre, cuenta, fue cuando recibió una llamada por la noche donde –aplicando el chantaje emocional– Guillermo Ortega le dijo que se quería suicidar con pastillas.
“Después de rogarle que no lo hiciera y suplicarle que me mandara su ubicación para ir a “salvarlo”, nunca me la mandó y claramente no se tomó nada. Esos mismos patrones de “chantaje” se repitieron mucho”, sigue.
No obstante, cuando el supuesto hombre ya planeaba un “gran viaje” en pareja con Sofía, a quien prometía llevar a la playa por un fin de semana, la joven empezó a dudar de la veracidad de su existencia, lo que la salvó de poner su vida e integridad financiera en manos del estafador; sin embargo, no lo dejó e hizo todo lo posible por desenmascararlo.
“Dos veces intenté mandarlo a la chingada y bloquearlo, pero el no saber siquiera si era real, no me dejaba vivir; tenía que ‘romperme el corazón’ para soltarlo (ya sé, mucho drama). Decidí seguirle el juego. Yo sabía que no iba a estar en paz hasta no saber qué onda”, narra.
Ya como “novios” a distancia, Sofía insistió muchas veces en verse en persona con Guillermo y, al no conseguirlo, decidió investigar por su cuenta su vida. Tenía cinco pistas clave: sabía la colonia y la zona específica, que la casa era de una planta, no tenía coche, tenían dos perros y hasta el nombre de su mamá. Así que, luego de varias vueltas con una amiga, encontró la ubicación de su amado de Tinder.
“Me habla por teléfono y me confiesa que no es el de las fotos, no es doctor y que esa no era su voz (…) Mi sorpresa fue cuando escuché un ‘hola’ y era una voz de mujer, totalmente femenina. Era otra persona”, destaca Sofía en su hilo de Twitter.
La historia da un giro rotundo. Según narra la joven, el supuesto hombre llamado Guillermo Ortega en realidad es una mujer de nombre Mariana, quien usa la identidad de alguien más en la red social de citas para “enamorar” a otras mujeres y estafarlas económicamente.
No obstante, dado que Sofía Abraham se dio cuenta a tiempo, no fue una víctima financiera, aunque sí un parteaguas para que otras mujeres, a quienes sí robó, alzaran la voz.
“De pronto veo a alguien acercarse: mujer, piel morena, complexión gruesa (la ironía), baja estatura y ropa deportiva. No sabía si bajarme del coche; tenía miedo, pero mil preguntas que hacer”.
“Al final le dije que en su vida me buscara, que era una basura, que nunca vuelva a hacerlo y entre lágrimas me prometió que no lo haría. Días después, me llegan fotos de una carta que hizo a mano pidiendo perdón. La bloqueé y nunca supe más de ella. Claro que aquí no termina”.
Varias víctimas y una cuenta todavía activa
Mientras Sofía reunía información del supuesto Guillermo Ortega, aún como “novios virtuales”, logró contactar a otra mujer en Instagram, llamada “Laura”, quien había vivido una historia similar con su match de Tinder. También la llamada suicida, el “bombardeo de amor” y las llamadas falsas… y no fue la única.
“Ella platicó con él por poco tiempo, y por estar enfocada en sus estudios dejaron de hablar. Me puse en contacto con otras dos chicas y fue la misma historia. Mientas esto pasaba yo le seguía diciendo lo que él quería escuchar para ganar más tiempo”, dice la joven.
Un año después, en junio de 2021, otra joven a quien Sofía llama “Verónica” se acercó a ella para preguntar por Guillermo Ortega, narrándole su historia, similar, pero maxificada.
“Con ella estuvo hablando seis meses, se la pasaba comparándola conmigo sin ella conocerme, le decía que nunca sería como su ex y que no era su tipo, pero se conformaba. Cosas espantosas. Hasta logró bajarle dinero. Planearon un viaje a Cancún, ella pagó todo y se terminó yendo sola“.
“Le ‘recetó’ cosas a su mamá creyéndose doctor y casi la mata. Al final, Verónica NO se dio cuenta, y Guillermo/Mariana le dijo quién era en realidad”, continúa la chica de Twitter.
Platicando, las dos víctimas cayeron en shock al compartir su historia y como una mujer u hombre transgénero había abusado de su confianza, dejándolas marcadas para siempre e inseguras del uso de plataformas virtuales, incluso hacen llamados a mujeres para alertar sobre los riesgos que conocer gente por internet representan.
“Mucho tiempo tuve ganas de publicarlo, que la gente lo sepa, ir a su casa y contarle todo a su mamá para que le den la ayuda que claramente necesita, pero sentía que era poner más atención en eso y era algo que quería dejar muy atrás”.
“Pero la neta, ver #thetinderswindler y saber que es algo que sigue haciendo, (porque sigue su perfil en Tinder) para llevarse a más personas entre la patas por sus problemas, me dio ganas de hablar. Es inaceptable todo el daño psicológico. Está enferma y le urge ayuda”, termina Sofía.
Los usuarios de redes sociales han empezado a compartir la historia de Sofía Abraham, comentando con sorpresa e indignación la “terrorífica” situación en que la mujer trans puso a otras jóvenes en la aplicación de citas, pero también hubo quienes etiquetaron a sus amigos para difundir la historia, dando como resultado que dentro del hilo de Twitter una mujer más se identificara como otra víctima de Mariana, alias Guillermo Ortega.
Me mandaron este hilo porque a mi me hizo lo mismo. No fue por tengo tiempo ni llegó a tanto pero que bueno que decidiste contarlo
— Eviis Solís (@Eviis_21) February 8, 2022
Ahora lee:
Scarlett Johansson ya está pensando en el Super Bowl y Alexa lo sabe
Bitcoin-trading: cae marketero en nuevo modus operandi para estafar a inversores crypto
Cómo se vería el logo de Ferrero Rocher si fuera una marca de chocolate barato