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Como es sabido, la asistencia por voz ha sido uno de los más consistentes ejemplos de éxito en la inteligencia artificial.
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Para la UNESCO, no resulta conveniente la tendencia de utilizar voces femeninas para estas aplicaciones porque refuerzan ideas misóginas.
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Se estima la inteligencia artificial se convierta en un impulso importante para las economías y aumente el PIB global en un 14 por ciento hacia 2030.
Como es sabido, la asistencia por voz ha sido uno de los más consistentes ejemplos de éxito en la inteligencia artificial y eso se ha podido corroborar a través de desarrollos que marcas como Amazon o Apple, con la instauración de Alexa y Siri, respectivamente.
Sin embargo, para instancias como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) tal vez no resulta conveniente la tendencia de utilizar voces femeninas para estas aplicaciones, toda vez que puede llegar a reforzar ideas machistas y misóginas que han costado años para erradicar o sólo poner en el foco de discusión.
La UNESCO publicó recientemente un documento titulado “I’d blush if I could:” -que en español significa “Me sonrojaría si pudiera”-, el texto señala que los asistentes virtuales realizan funciones de esclavitud, porque su objetivo esencial es el de seguir órdenes.
Para el organismo, sin embargo, no está bien que estos asistentes tengan voces femeninas porque se corre el riesgo de reforzar negativamente los roles de género, los cuales resultan ser muy desiguales en amplias regiones del mundo y a través de aspectos muy específicos como la inequidad laboral, la falta de oportunidades y hasta el maltrato físico, psicológico y feminicidios.
Según el informe, Alexa, de Amazon, “refleja, refuerza y propaga los sesgos de género, modela la aceptación del acoso sexual y el abuso verbal entre los usuarios móviles, envía mensajes sobre cómo las mujeres y las niñas deben responder a las solicitudes y expresarse y hace que indirectamente las mujeres sean el “rostro” de los fallos y errores del propio asistente”.
Si bien en la ficción de la televisión ya existía la inteligencia artificial desde décadas atrás, lo cierto es que antaño sí se pensaba en que hubiera tanto voces masculinas como femeninas sin distingo -piénsese en en la serie de la década de los años ochentas El auto increíble, donde el protagonista era una persona que comandaba un automóvil deportivo con inteligencia artificial, voz masculina y y el nombre Kitt-.
Se estima que el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial se convierta en un impulso importante para las economías y aumente el PIB global en un 14 por ciento hacia 2030.