Por Israel Zepeda
Poco a poco, la ciudad de MĆ©xico ha sido invadida por caravanas, espectaculares mĆ³viles y un sin fin de estrategias cuyas caracterĆsticas Ćŗnicas llaman la atenciĆ³n por tratarse de acciones publicitarias fuera de lo comĆŗn.
Los montos fuertes de las inversiones publicitarias siguen enfocadas para los medios masivos, mientras que los BTL quedan sesgados al Ćŗltimo escalĆ³n en la inversiĆ³n en canales de distribuciĆ³n. Es mĆ”s, ni siquiera figuran como un canal de distribuciĆ³n en las agencias de medios. Son catalogados como parte de los outdoors, simplemente porque se encuentran en la calle, como espectacular o valla. Pero ninguno de estos escaparates interactĆŗa con el consumidor, o le ofrece una experiencia de marca o lo hace partĆcipe de algo mucho mĆ”s grande.
De acuerdo con la investigaciĆ³n de Merca2.0, los anunciantes han aumentado su inversiĆ³n en el BTL a finales del 2007 con un total de 20 mil 895 millones de pesos, lo que significa un incremento del 29.93 por ciento en comparaciĆ³n con el 2006 de acuerdo con el aƱo anterior. Esta cifra es la suma de actividades de mercadotecnia directa, promociones, activaciones, estrategias en punto de venta y medios alternos, al cual le correponde un aproximado del tres por ciento. Este aumento en la inversiĆ³n en el sector se debe, en gran medida, a la saturaciĆ³n en los medios masivos. Los anunciantes se han visto en la necesidad de recurrir a canales de distribuciĆ³n que se encuentran fuera de lo convencional, que incluso retan a los ya establecidos y permiten el uso de la creatividad, lo cual ayuda a que los mensajes publicitarios generen mayor impacto. Si sumamos que son medibles y segmentados, nos da como resultado una herramienta eficaz, poderosa y sobre todo, econĆ³mica para los anunciantes.