A mediados del año pasado, Adidas reportaba una importante recuperación gracias a sus operaciones en China. Ahora este escenario ha cambiado.

Como consecuencia de la pandemia, en marzo del año pasado, la empresa habría indicado que sus ventas durante el primer trimestre del año registrarían una caída de mil 140 millones de dólares sólo por el paro de actividades en China, mientras que sus ganancias operativas se derrumbarían en cerca de 500 millones de dólares.

Este escenario ganó relevancia cuando la empresa dio a conocer su informe financiero correspondiente al primer trimestre de 2020, documento en el cual reportó una caída de 95.1 por ciento en beneficio neto.

Luego de algunos meses, para ser precisos en junio de 2020, la empresa afirmó que las ventas habrían vuelto a crecer en China más rápido de lo esperado.

Esto es consecuencia a que la marca consiguió generar tickets más altos aún cuando la afluencia de clientes se mantenía en números inferiores a lo registrado durante 2019.

El boicot cobra factura

Este avance que prometía demasiado cuando menos para los primeros seis meses de este año, no anticipó un boicot que ahora cobrará una factura elevada la marca deportiva.

El problema está fuertemente relacionado con los uigures, musulmanes que hablan una lengua turca y que constituyen poco menos de la mitad de los 25 millones de habitantes que se contabilizan en la región de Xinjiang, en China.

Desde hace varios años, esta localidad china ha sufrido atentados contra la población que han sido atribuidos a esta población, razón por la cual las autoridades de Pekín han impuesto una vigilancia policial drástica en esta zona.

No obstante, las medidas tomadas por este gobierno han sido duramente criticadas desde otras partes del planeta, en donde muchas empresas como Nike, H&M y Adidas plantaran postura sobre la acusaciones de trabajo forzado para una minoría musulmana.

Este hecho se tradujo en una serie de restricciones que de manera natural afectarán al negocio de estas compañías.

Más de 500 millones de euros en ventas 

Las primeras muestras al respecto han llegado con el reporte de resultados de Adidas sobre el segundo trimestre dela año presentado este jueves, en donde la marca aseguró que el boicot vivido en China por las marcas occidentales así como el cierre de fábricas en el principal proveedor de Vietnam debido al aumento de las infecciones por COVID-19 han golpeado el rendimiento del negocio de la firma.

Las ventas del segundo trimestre en Adidas aumentaron un 52 por ciento para alcanzar los 5 mil 077 millones de euros, mientras que el beneficio operativo fue de 543 millones de euros, por encima de las previsiones promedio de los analistas.

Adicional, la firma elevó su perspectiva para 2021 l indicar que las ventas podría crecer hasta un 20 por ciento mientras que los ingresos netos de las operaciones continuas alcanzarán entre los 1.4 y 1.5 mil millones de euros.

No obstante, las acciones de Adidas cayeron 4,1 por ciento durante las primeras horas de operación en la Bolsa, luego de que los analistas estimaran que el crecimiento de la marca alemana estaba rezagado con respecto a sus rivales Nike y Puma, mismos que informaron que las ventas casi se duplicaron en las últimas publicaciones de ganancias.

Lo cierto es que Asia y, en particular en mercado chino, podrían estar detrás de esta caída si consideramos que durante el segundo trimestre las ventas en la región considerada como la Gran China cayeron un 16 por ciento durante el segundo trimestre.

El impacto combinado de los problemas de la cadena de suministro, los nuevos bloqueos de COVID-19 en Asia y las tensiones con China podrían ascender a más de 500 millones de euros en ventas perdidas en el segundo semestre, dijo el director financiero de Adidas, Harm Ohlmeyer.