Después de tener un crecimiento constante, Airbnb señaló que combatiría problemas al interior de la compañía, como prácticas racistas de algunos anfitriones e intolerancia hacia personas con preferencias sexuales diferentes.
La compañía siempre es cuestionada con lupa por las asociaciones hoteleras, quienes critican que su modelo de negocio no es seguro, aunque los señalamientos se intensificaron cuando la app rebasó en valor de marca a la cadena hotelera más grande del mundo, Marriot.
Ante la constante apreciación del valor de marca de Airbnb, ahora la industria hotelera de Nueva York lanzó otro ataque contra la app, vinculándola con el terrorismo, es decir, dar asilo y rentar para terroristas.
Las acusaciones trascendieron por el pasado bombardeo terrorista en la ciudad de Manchester, la cual estuvo en su momento ligada a Airbnb por estar presuntamente conectada a un departamento que había sido asaltado por la policía después, y posteriormente se descartó que la compañía tuviera algo que ver.
Sin embargo, fue motivo suficiente para estrategias de marketing contra Airbnb, ya que entre los interesantes anuncios de marca de la Asociación de Hoteles de Nueva York destacan o piden a la compañía que entregue sus listados de direcciones a las autoridades para un “mayor control”, e incluso cuestionan que de repetirse un suceso terrorista la empresa no hablaría.
Si bien se trató de un incidente sin fundamentos, sirvió de análisis para observar la férrea batalla entre la industria hotelera y Airbnb, la cual contiene elementos de una mala publicidad, no promover los productos y servicios propios para utilizar los mismos espacios publicitarios para descalificar sin pruebas a su competencia.