Para nadie es un secreto que la comunidad LGBTQ+ ha conformado uno de los movimientos más grandes de la historia, situación que por diversas razones ha llamado a cientos de marcas a sumarse a la celebración. Lo cierto es que estas intenciones de apoyo a la comunidad, en más de una ocasión, han sido calificadas como una simple y vacía estrategia de marketing, situación que ha puesto en la mira a diversas firmas comerciales, tal como sucede ahora mismo con Uber.
El problema par Uber
Desde hace algunas semanas, bajo el hashtag, #UberFueraDelPride algunos usuarios dieron inicio a una campaña contra la plataforma, pidiendo que Uber se convierta en un lugar más seguro para sus usuarios LGBTQ+.
Esto sucedió luego de que diversos miembros de la comunidad aseguraran a través de redes sociales que habrían sido supuestamente víctimas de discriminación y algunos actos violentos por parte de algunos conductores de la mencionada plataforma.
En aquel momento, Cecilia Román, Gerente de Comunicación de Seguridad de Uber México, dijo para Merca2.0 que la seguridad de todas las personas que usan las aplicaciones de Uber y UberEats es la prioridad de la plataforma, la cual toma como base las guías comunitarias para cualquier interacción.“Tenemos muy establecido que no toleramos conductas discriminatorias en cualquiera de estas características entre las cuales está orientación sexual, pero también identidad de género, ahí es donde entramos a los temas de la comunidad LGBTQ+”, aseguró. .
En las situaciones donde se registran casos de discriminación, o algún otro, la Gerente de Comunicación de Seguridad de Uber México señaló que lo más importante es levantar un reporte: “queremos siempre que si algo ocurre durante el viaje nos lo hagan saber”.
Un nuevo hashtag en contra
Lo cierto es que a pesar de esta postura, en días recientes Uber se vio nuevamente en el ojo del huracán, luego de que diversos grupos de apoyo pro comunidad LGBTQ+ indicarán que la activista Kenya Cuevas y su grupo de trabajo fueron discriminadas por un conductor de Uber que les negó el servicio.
El canal de YouTube HDLV (Harto De La Vida) denunció en redes sociales fue el medio que se utilizó para realizar la denuncia, en donde se explica que luego de grabar un podcast con Cuevas, ella y su equipo de trabajo solicitaron el servicio de transporte ejecutivo.
Sin embargo, al llegar al punto de partida, el conductor se negó a brindar el servicio al, supuestamente, identificar que se trataba de un grupo de mujeres trans.
“Desafortunadamente esto se vio opacado por la desagradable experiencia que tuvimos al solicitar el servicio de Uber México, luego de que llegar al punto de encuentro, uno de los conductores se negara a brindar servicio a Kenia y a su equipo sólo por el hecho de ser parte de un grupo de mujeres trans”, expuso en Twitter.
Con esto se comenzó a popularizar el hashtag #UberTransfóbico, el cual diversos grupos pro pride dieron conocer lo sucedido al tiempo que llamaron a la comunidad a detectar y señalar este tipo de situaciones.
Adicional aseguraron que los integrantes de la comunidad no son un accesorio ni una herramienta de marketing que pueden utilizar para sus intereses durante el Mes del Orgullo.
Ante los hechos, Uber emitido in comunicado en el que aseguraron “este junio y siempre, Uber está comprometido con fomentar buenas experiencias para nuestra comunidad LGBTQIA+. Cada momento, cada interacción cuenta y todos debemos poner de nuestra parte”. Adicional la empresa indicó que habría quitado el acceso al conductor involucrado.
Buenas noches morras
El día de hoy queremos compartirles una noticia en la que se marea un acto de discriminación de UB*R hacia un grupo de mujeres trans.
El conductor no quiso realizar el viaje por el simple hecho de que eran mujeres trans. + pic.twitter.com/VKSPVRxtLd— Cuídate morra (@CuidateMorra) June 15, 2021
Lo que las marcas deben entender
En principio es justo reconocer que para la mayoría de las marcas reconocer y apoyar a la comunidad LGBTQ se traduce en acercarse a un mercado especialmente interesante y con muchas oportunidades de negocio.
Para las marcas este tipo de acciones se alinean a generar empatía con un grupo de consumidores especialmente valioso en términos de mercado.
Según datos del organismo LGBTQ Capital, el pink marketer tiene un valor de 660 mil millones de dólares a escala mundial.
Se estima que la comunidad LGBTQ ubicada en Estados Unidos es la que tiene el mayor poder de compra en el continente, con 900 mil millones de dólares al año y 20 millones de personas; luego sigue Brasil, que gasta 120 mil millones de dólares al año con 13 millones de ciudadanos y, en tercer lugar, México, con un gasto anual de 65 mil millones de dólares por parte de 8 millones personas.
Además de hacerse cercanos a un mercado con gran potencial de compra, lo cierto es que a los ojos de la comunidad en general, las marcas que se suman a este movimiento que promueve la igualdad en derechos y oportunidades así como el rechazo a la discriminación son vistas con buenos ojos.
El tema está relacionado con temas de compromiso social, aspecto que hoy es una exigencia constante entre los consumidores.
Ya desde 2017, Sprout Social había propuesto que las marcas debían empezar a involucrarse en temas más allá de su esfera de negocios. Por su parte, Deloitte ha publicado reportes donde demuestra cómo la ciudadanía corporativa es un valor cada vez más importante para las marcas, en especial entre el público joven.
No obstante, las marcas aún tienen mucho que trabajar en este aspecto. Y es que aunque para el 81 por ciento de las personas, la confianza en que una marca hará “lo correcto” es un factor determinante de decisión al momento de la compra, una quinta parte están seguras que las compañías a las que les compran priorizan los intereses de la sociedad. La mayoría aseguran que este interés es solo un truco de marketing para vender.
Lo que sucedió con Uber es claro ejemplo de esta situación. Y es que si bien la comunicación de la marca habla de un respeto total a la comunidad, el actuar de muchos de sus conductores pone en duda el discurso, lo que manera natural e irreparable deja mal parada a la reputación de sus y sus intenciones de apoyar a una comunidad que pelea por sus derechos.