En medio de una situación compleja en materia económica y llena de incertidumbre, la exigencia del consumidor por recibir lo justo por cada precio que paga será creciente. Un ejemplo al respecto ahora mismo ha puesto en jaque a Sam’s Club.
Lo que está detrás de este fenómeno es una sensación de afectación profunda, misma que se mantendrá cuando menos por seis meses más.
Atención a la relación precio-beneficio
Un estudo de Kantar indica que el 45 por ciento de los hogares sufrió pérdidas en sus ingresos durante el brote de coronavirus, mientras que 1 de cada 4 personas espera que sus ingresos se vean afectados en el futuro.
De esta manera, el porcentaje de personas que dicen que “prestan más atención a los precios” aumentó desde el 59 por ciento en las primeras fases de la epidemia hasta el 68 por ciento al momento.
Para las marcas, comunicar y garantiza que se está entregando la mejor relación entre precio—beneficio hoy es más importante que nunca.
Este aspecto podrá ser el detonador para mantener la hoy más frágil fidelidad del consumidor, que con bolsillos comprimidos no dudará en cambiar de marca siempre y cuando obtenga los mayores beneficios tanto en cantidad como en calidad.
Kilos que no son kilos
En medio de este contexto, ganan relevancia las alertas emitidas por organismos como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dependencia que en días recientes ha señalado a algunas marcas por llevar a cabo algunas prácticas que pueden ser calificadas como un engaño al consumidor.
Lo cierto es que la necesidad del consumidor por asegurar que recibe lo justo por cada peso que paga, lo lleva a no esperar los dictámenes de organismo de esta naturaleza para determinar el valor de promesa entregada por cada marca y lo que sucede con Sam’s y un cliente que asegura que el club de precios no vende “kilos de kilo” cuando en una marca de azúcar, es claro ejemplo.
Desde redes sociales, el usuario identificados como @A_ausdenRuthen publicó en días recientes una imagen en la que se muestra una bolsa de azúcar de la marca Zulka sobre una báscula.
Arne, nos interesa darle seguimiento a tu comentario y queremos ponernos en contacto contigo. Por favor envíanos tu número de Membresía, teléfono y mayor detalle a [email protected] ¡Estaremos pendientes de tu información! RM
— Sam’s Club México (@SamsClubMexico) October 11, 2020
Aunque el producto indica que en cada paquete se entrega un kilo de azúcar, a decir del usuario, estas bolsas solo contienen 97 gramos.
A decir de lo publicado por el usuario, luego de haber pesado 30 bolsas, descubrió que en todas faltaban 30 gramos.
El post arroba a Sam’s Club para lanzar una advertencia sobre las violaciones en este caso que pueden llevar a la marca a hacer acreedor de una multa o advertencia de Profeco.
Ante lo sucedido, la marca respondió al señalamiento solicitado información para comenzar un proceso de seguimiento ante esta inconsistencia.
Ustedes deberían de revisar el producto antes de ponerlo a la venta.
Creo que empezaré a ir a @Costco
— ????? ? El poder de la Palabra Escrita ? (@Palabra_Virtual) October 11, 2020
@SamsClubMexico , porque importa el nombre, el número de socio… cometen un fraude al vender kilos de 970 gms.
Hagan su trabajo y demuestren una pizca de honestidad.— liwat (@mtawil) October 12, 2020
Y los demás q hemos comprado el mismo producto que @SamsClubMexico
— miguel juarez (@migueltodayjr) October 12, 2020
El consumidor no está contento
A pesar de que la respuesta llegó casi de inmediato, la realidad es que algunos consumidores más exigieron a Sam’s no sólo dar solución a este caso, sino considerar a todos los demás compradores que, en algún momento, compraron esta marca de azúcar.
Lo anterior es sólo un fenómeno que durante los siguientes meses se hará más frecuente, ante una situación económica incierta, en donde los consumidores no pasarán por alto detalles que, aunque pueden parecer simples, en realidad en tiempos de crisis significan demasiado.
Tanto para Sam’s (al ser el distribuidor) como para la marca involucrada aclarar este tipo de situaciones con la mayor transparencia es crucial en miras de no perder la profecía de un consumidor que es ahora, especialmente frágil.