Una de las faltas más graves en todas las industrias es la de apropiarse de un producto de alguien más. Las leyes son claras respecto a qué se debe hacer y para el Juzgado Mercantil 5 de Barcelona, la empresa Lidl deberá retirar sus productos del mercado, a causa de que al parecer profanó los derechos de patente de la máquina Thermomix.
El robot de cocina que infringe estas normas es el Monsieur Cuisine Connect, de la marca Silvercrest, por el que le impone indemnizar al creador de la máquina y retirar del mercado todos sus elementos.
España reconoció la patente Europea de Thermomix durante 2008, mientras que Lidl comercializó su versión desde junio de 2018, un gran éxito de ventas por ser tres veces más barato.
Al parecer, la patente de Thermomix incorporó novedades suficientes respecto a otros robots de cocina anteriores y fue por ello que el Juzgado determinó que la máquina de Lidl “reproduce todas y cada una de las características” de la patente de Vorwerk, por lo que violó la Ley de Patentes.
La cantidad de la indemnización a Vorwerk, titular de la patente de Thermomix, se fijará en la fase de ejecución de la sentencia, y la titular de la patente reclamó en el juicio una indemnización equivalente al 10 por ciento de las ventas de la máquina comercializada por Lidl.
Lidl se defendió y dio que su producto no infringe los derechos y pidió al Juzgado anular la patente porque consideraba que hay “falta de novedad” respecto a máquinas similares comercializadas antes que esta, pero e el juez ha desestimado esta razón.
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Además de la indemnización por daños y perjuicios, la sentencia impone a la compañía la prohibición de importar, almacenar, ofrecer y comercializar estos robots de cocina.
Hasta ahora, la cadena de supermercados alemana vendía dos veces al año -en junio y en diciembre- su robot de cocina por 359 euros, mientras que el modelo más reciente de Vorwerk ronda los mil 200 euros.
De ahí que en redes sociales el tema sea tan popular y gran parte de las publicaciones sean en apoyo a la compañía con los productos de bajo costo, celebrando haberlos comprado antes de la sentencia dictada por el juez esta tarde.
Deberá retirar del mercado todos los ejemplares “que se encuentren en su poder y en el de sus distribuidores, así como todos los documentos comerciales, material publicitario y promocional u otros documentos en los que se reproduzca ese producto, incluido Internet”, que deberá destruir; prohíbe, en adelante, importar, almacenar y vender la máquina, y deberá pagar las costas del juicio.
Lidl informó oficialmente que analizará detalladamente el caso antes de tomar nuevos pasos: “Tomamos nota de la decisión del tribunal, que analizaremos en detalle, y valoraremos los próximos pasos a seguir”, según dijeron fuentes de la compañía a la agencia Europa Press.
