Una de las noticias más importantes de esta semana tuvo que ver con el anuncio de compra de 21st Century Fox por parte de Disney, en una transacción valorada en 52 mil 400 millones de dólares, además de una deuda por 13 mil 700 millones de dólares; un movimiento que declara la batalla por el mercado del streaming a nivel mundial, es decir, una guerra frontal contra Netflix.
Como parte del acuerdo, el conglomerado de contenidos que tiene como emblema a Mickey Mouse, tendrá el estudio de cine de 20th Century Fox, así como su división de televisión, canales de cable como FX o National Geographic, la participación de la firma en redes internacionales como Star TV, Sky y Hulu, además de ligas de deportes regionales en Estados Unidos.
Debido a ello, diversos entes antimonopolio han expresado su opinión ante una concentración tan elevada de contenidos, la cual podría afectar no solo la competencia en el mercado, sino a los operadores de televisión de paga, quienes sí o sí tendrían en su catalogo productos de Disney, e incluso los presionaría a comprar paquetes de mayor programación.
Además de que afectar la competencia de distribuidores en línea, mismos que presentarían más dificultades para despegar; de acuerdo con Bloomberg, Disney tendría control sobre la una subsidiaria de ABC que tiene las finales de la NBA y la entrega del Oscar, ESPN/ESPN 2, así como YES Network, señal que transmite los partidos de los Yankees de Nueva York.
Según el medio, con base en cifras de cuota de mercado publicadas por Box Office Mojo, el mercado de estudios cinematográfico actualmente no está concentrado. Este acuerdo lo volvería “moderadamente concentrado” y plantearía posibles preocupaciones en materia de monopolio.
Datos de Statista refieren que en la industria del séptimo arte Walt Disney Studios concentra una participación de mercado en el vecino país del norte del 15.38 por ciento; seguido por Warner Bros (Time Warner) con 15.36 por ciento; en tercera posición se encuentra 20th Century Fox (ahora Disney) con 12.75 por ciento; y por detrás, Sony con 12.22 por ciento, Universal Pictures (Comcast) con 11.49 por ciento y Paramount Pictures (Viacom) con 10.89 por ciento.
Por lo que esta adquisición daría una ventaja considerable a Disney sobre los demás competidores; debido a ello, determinar sí el control de todo ese contenido en manos del conglomerado resultaría perjudicial será un factor a considerar por parte de la autoridades norteamericanas. Existe un precedente, la impugnación legal que se proyectó en la compra de Time Warner por parte de AT&T, debido a una preocupación de que la compañía telefónica fuera propietaria de la programación de la firma de medios.
Además de que en caso de que no se concrete la adquisición derivado de una desaprobación de los reguladores, Disney pagaría una comisión por cancelación de dos mil 500 millones de dólares; en tanto, si cualquiera de las dos empresas abandona el acuerdo por otros factores, se deberá pagar a la otra compañía mil 530 millones de dólares.