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Hoy en día hay disciplinas clave como el employer branding y la gestión de talento para hacer frente a estos desafíos.
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Las empresas se han hecho de recursos clave para poder enfrentar la capacidad de las marcas en involucrarse en el mercado.
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Hay tareas en el mercado laboral, que han ayudado a acortar los desafíos.
Las empresas se han valido de recursos como el employer branding y la gestión de talento para destacar, pero hay estudios que hablan de variables como los actos deshonestos, en los que estas compañías deben trabajar.
Para hacer frente a estas situaciones, estudios como “Global Recruitment Trends Report 2022” han advertido que existe un enorme reto en reclutamiento y el siete por ciento de los entrevistados considera que el desafío está en reskilling a los empleados.
Retos en employer branding
Lograr trasladar los valores de la empresa a empleados parece ser un reto cada vez más difícil de alcanzar, pues en estimaciones de la firma MIDOT, esta asevera que los actos deshonestos en los lugares de trabajo impactan en un 40 por ciento en la productividad de las empresas.
“Esta pérdida se asocia a diferentes hechos. Lo más inmediato es la contratación de una persona deshonesta, que pone en riesgo a la economía y los modelos de negocio de la organización. El estimado real de las personas que mienten en su CV es de 48 por ciento, ante esta cifra es altamente recomendable la ejecución de evaluaciones que permitan predecir comportamientos poco éticos de parte del colaborador”, explica Fernando Calderón, Managing Director de MIDOT México.
En el insight compartido por el directivo se advierte que a partir de métricas para evaluar la integridad, las pruebas se incrementaron en un 40 por ciento tanto en integridad como en honestidad, mientras que el impacto en reputación se resiente no solo en la imagen, también en los ingresos anuales, pues se estiman afectaciones de 10 por ciento en ellas.
Una de las recomendaciones de Calderón, experto en comportamientos inadecuados en el trabajo, es que después de la contratación deben de aplicarse nuevas evaluaciones, debido a que hay algunos colaboradores propensos a cometer malas prácticas como suplantar identidad, no cumplir con los horarios, descansos excesivos, baja productividad, propagación de rumores, acoso, robo, sobornos, así como malversación de los recursos de la compañía.
Los estimados del impacto en la empresa con base en el nivel de los empleados son reveladores, pues nos advierten que de los fraudes ocupacionales identificados en 2022, el 23 por ciento se ejecutaron por altos directivos, siendo este porcentaje el que más afectaciones generó a la empresa, llevando a que incluso los fraudes a manos del dueño dañaran hasta en 337 mil dólares (más de seis millones 200 mil pesos) a la compañía.
Otros estudios que ayudan a entender el fenómeno laboral y en qué porcentajes comienza a palidecer es la investigación que UKG liberó recientemente, en donde da cuenta de la relación entre empleados y la compañía, donde destaca que un cinco por ciento de ellos se encuentra en la “cuerda floja”, porque pueden no estar haciendo nada o solo lo mínimo y en caso de tener opción, dejarían esa vacante, mientras que un 34 por ciento se identificó como desencantado, es decir, están contentos con su trabajo pero tienen límites muy claros entre su vida personal y el trabajo.
Estos estudios demuestran que hay enormes retos a vencer en gestión de talento y en la medida en que se logre entender qué y cómo atacarlo en beneficio de la estadía del empleado y del beneficio que obtiene la empresa a cambio, en esa proporción será el cambio que se registre en el mercado laboral.